Sergio Domínguez Rojas
Director Ejecutivo Fundación INTEGRA
Haciendo un zoom a los datos entregados por Mideplan, se evidencia una desafiante realidad. El grupo de edad con mayor índice de pobreza en Chile corresponde a los niños que tienen entre 0 y 3 años. Para este tramo el indicador pasó de 21,9% en 2006 a 24,5% en 2009. Casi 9 puntos más que la tasa país.
Al igual que los resultados del Simce, las cifras de Casen 2009 nos imponen el reto de superar la pobreza y las desigualdades sociales desde la cuna. Urge comenzar temprano y comenzar bien.
El cuidado y la estimulación que un niño recibe durante sus tres primeros años son cruciales para el resto de su vida. Las neurociencias nos muestran que durante esta etapa, se produce un 75% del desarrollo cerebral. La presencia de vínculos afectivos y de un ambiente que lo desafía a descubrir y conocer, tiene un fuerte impacto en su futura capacidad de aprender.
Un niño que inicia su etapa escolar mal alimentado y mal estimulado tendrá serias dificultades para alcanzar a uno que vivió sus primeros años en mejores condiciones.
Todos sabemos que a menor quintil de ingresos de su familia, menos posibilidades tiene un niño de acceder a un jardín o a una sala cuna. De ahí el esfuerzo por expandir la oferta pública cada día.
En los 1.000 jardines gratuitos de Fundación INTEGRA, más de 72 mil niños de entre 3 meses y 4 años, hijos de las familias que viven en vulnerabilidad social en el país, reciben un programa de educación y nutrición diseñado especialmente para su edad.
Hoy contamos con herramientas que nos permiten evaluar y nos corroboran que en estas aulas sí se está revirtiendo el pronóstico de los niños nacidos en condiciones de desventaja socioeconómica.
La educación inicial adquiere un rol estratégico, que debiera lograr cada vez mayor presencia en la agenda pública como un proyecto país que nos involucre a todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario