Isna Cerda
Gutiérrez, Fonoaudióloga, Directora
Escuela de Fonoaudiología, Universidad
Santo Tomás - Sede Iquique
En el mundo acelerado en el cual nos
desenvolvemos hoy en día, los malos hábitos alimenticios se han convertido en
una amenaza constante que tiene repercusiones desconocidas en nuestro cuerpo,
una de éstas es a nivel auditivo.
Sabemos que la audición puede
alterarse frente a la exposición a ruidos intensos o como una consecuencia
normal del paso de los años, pero poco sabemos que una alimentación inadecuada
y la presencia de diabetes mellitus (a propósito
del Día Mundial de la Diabetes celebrado el pasado 14 de noviembre), pueden
tener repercusiones importantes en las células responsables de la percepción de
los sonidos, lo cual puede ocurrir a cualquier edad y en
cualquier momento de la vida.
Nuestro oído, como todo nuestro
cuerpo, posee irrigación sanguínea, y frente a cambios de glucosa en la sangre
se afecta directamente el funcionamiento de las células auditivas, lo que puede
ocasionar inicialmente pérdidas reversibles, en la medida que modificamos
nuestra ingesta alimenticia, o pérdidas auditivas permanentes si no tomamos
conciencia del daño que nos provocamos.
En este sentido, la recomendación es
que aquellas personas que vean disminuida su
audición, puedan consultar en forma oportuna a un especialista del área
que pueda realizar entre algunos exámenes, una audiometría, la cual le
permitirá identificar los niveles de audición y pesquisar la localización del
daño en caso de existir.
En Chile, más de un millón de personas
presenta Diabetes Mellitus, y de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud
2010 la prevalencia de ésta fue estimada en un 9,4% de la población mayor de 15
años. Es por ello, que al conmemorarse un año más del Día mundial de la
Diabetes, recalcar a la población, y principalmente a los niños, la importancia
de una alimentación saludable acompañada de actividad física regular que
reduzca estos riesgos, para mejorar nuestra calidad de vida y cuidar nuestra
audición.
#Iquique
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