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Francisco Sáez y Fernando Verdugo
Comisión Política PRSD
El PRSD está en un instante expectante, en una situación análoga a la abierta por los movimientos sociales a principios del siglo XX o a la égida previa al triunfo del FRAP, cuando ni conservadores ni liberales dieron respuesta a las demandas sociales por un Estado fuerte, creador y regulador. El PRSD está en ese instante expectante, recordando el ondear de las banderas de un amplio movimiento popular, que por poco ha perdido la vocación de poder para transformar la Patria. Manteniendo vigente el pensamiento socialdemócrata, nuestro partido trabaja por afirmar una vez más que ningún futuro puede ser mejor que el presente si la salud, la educación, la cultura y el bienestar de todos los chilenos no constituyen prioritariamente el foco de la acción y la inversión del Estado.
Más allá de la actual coyuntura que nos hace pensar críticamente en el desenlace de la experiencia de la Concertación, el PRSD reconoce en el actual escenario la vigencia de su ideario y el furor de su militante entrega por el país y por liberar la Democracia cautiva de un pasado que la deshonra. El PRSD trabaja para profundizar la descentralización que reclama todo Chile y también devolver a los chilenos lo que nunca debió dejar de pertenecerles, como el agua y su cobre. Nosotros sostenemos la exigencia con convicción: una nueva Constitución Política ahora para un Chile que vuelve a su Historia.
Con orgullo y compromiso declaramos que los cimientos políticos, sociales y económicos de la Patria, forjados con el sacrificio de muchas generaciones anteriores, fueron consolidados democráticamente durante los gobiernos radicales. Todos ellos exhibieron el sello realizador y tolerante de la doctrina Social Demócrata, que reivindica el papel del Estado y al Pueblo como actor decisivo de la transformación social en paz.
El Sujeto Radical:
Nuestro relato político no está construido para una comunidad indefinida, apostando por la generalidad, pues eso es oportunismo político y retórica vacía que condenamos. La OCDE nos anuncia que alcanzamos los 12 mil dólares per cápita, pero también nos recuerda que Chile es lejos el país más desigual del grupo, lo que deja mudo el indicador del “ingreso promedio”. Los Radicales sabemos y denunciamos que esta no es una Patria justa si el 60% de la población de nuestro país gana poco o muy poco para vivir, maroma que se consigue a punta de créditos de multitiendas y el PRSD levanta la voz con ellos. Somos también los miles de jubilados que sienten que las AFP son sólo el negocio de un puñado de especuladores. Somos las familias endeudadas por una casa que debemos pagar hasta tres veces en años de dividendos. Somos los que estamos en Dicom, mientras los otros reprograman deudas y después les palmotean la espalda para decirles que lo suyo es un error. Somos los indignados de Chile en oposición firme contra quienes reposan en este modelo que no desarrolla y que sólo enriquece a una minoría.
La Épica Radical
Nuestra hoja de ruta no surge de la nada. Se autoconstruye desde la base, con sentido histórico, porque los chilenos así lo exigimos en la calle. El fenómeno estudiantil y el de Patagonia son movimientos épicos, son movimientos ciudadanos radicales que en la calle han sido capaces de llamar a transformar Chile. Contienen en sí el relato político que reivindica el PRSD, de largo plazo, con implicancias profundas y emancipadoras para el futuro de la República.
La tarea de propagar el Radicalismo
Hoy debemos dotar al Partido de una seria estructura de propaganda que publique hasta la saciedad cada uno de los documentos de educación y proclamas políticas que sean necesarios para levantar al pueblo. Como nos recuerda Paulo Freire, el acto de comunicación no sólo debe guiar el camino, hablando lo que el sujeto del cambio habla, sino que debe impulsar la construcción de una nueva realidad. Para ello no esperaremos que otros hagan por nosotros lo que los militantes debemos hacer y creativamente estamos haciendo: utilizar las redes y blogs para comunicar por todo Chile y por todo el mundo la vía Radical. Comunicando incesantemente.
El Estado Radical:
El Partido Radical concibe el Estado desde los valores y principios de la socialdemocracia, sobre los cuales construye un proyecto de sociedad humanista y laico, con un profundo compromiso con la equidad económica y la libertad personal. Los Radicales no desconfiamos del emprendimiento y los emprendedores, más bien desconfiamos de la ausencia de la racionalidad de un sistema estatal comprometido con el desarrollo social, capaz de regular las relaciones económicas mediante el imperio de la ley, evitando que se sigan dando extremos como los del lucro en la educación universitaria, la apropiación de derechos de aguas para explotación por sobre las necesidades del consumo humano, el abuso laboral, el despojo del sistema previsional y el abuso económico al estilo La Polar, síntoma de una enfermedad de conservadurismo extremo en lo económico, capaz de conculcar los derechos básicos de las familias chilenas y un progresismo que sólo ha permitido el less affair en contra del interés general de la Patria.
Conclusiones:
Nuestro partido, como formación clásicamente electoral podría no renegar de ello, sino más bien abuenarse con su vocación reformista buscando posicionarse como referente político mediante campañas y ofrecer reformas que cuadren dentro de lo establecido. Pero ese no es, ni puede ser nuestro camino y el horizonte que debemos construir.
La gente allá afuera ve en los partidos políticos pragmatismo y no una épica, no un relato capaz de provocar al cambio, un cambio que no traicione como lo hace cualquier oferta, un cambio que provoque a los jóvenes, único sector de la sociedad que, aunque ad portas de ser integrado obligatoriamente a los padrones, no tiene referente que le interprete. Nuestro Partido Radical no puede en nombre del pragmatismo transar con lo que el pueblo demanda y no lo hará por ningún motivo.
La definición de nuestro programa político, de nuestros lineamientos ideológicos de cara a la Convención Nacional, es una oportunidad inigualable para movilizarnos, con líderes nacionales en regiones periódicamente, con un contingente trabajando en digital y otro contingente en la calle reclutando, en una campaña con mística y una propuesta que defender y difundir.
Nuestro “relato político” es Socialdemócrata y es Radical y no renuncia a la épica que llama a organizar, guiar y liderar el movimiento creador y social que rebrota en las calles de Chile por la cultura para todos, por la educación de calidad para todos, por el deporte y la recreación sin exclusiones. Por una República verdadera y democrática.
Nuestro Partido no sólo trabaja para liberar la Democracia, también trabaja para hacer respetar la voluntad de la amplia mayoría que exige del Estado su rol garante en áreas sensibles como lo son la salud, la educación, la justicia y la seguridad en sus distintas expresiones y que sólo pueden evocar familias viviendo en plenitud. Para ello no se debe seguir soslayando el reclamo de un cambio radical que cierre la brecha entre las mayorías que hacen producir este país y las minorías que viven sus beneficios. Trabajar por un Chile moderno, es trabajar por un Estado capaz, es recoger la Historia y cambiar la vida radicalmente.
Para estas tareas somos los Radicales los llamados a cambiar primero, con democracia, disciplina y entrega por la Patria, porque la tarea de un Chile nuevo no la pudieron sacar adelante ni los progresistas, ni los conservadores hoy en el Gobierno. No tuvieron la valentía unos para cumplirle a Chile, ni los otros han tenido la capacidad.
Los Radicales tenemos la valentía y la capacidad para responderle a Chile y sostener que ni Conservadores ni Progresistas van a cambiarlo, sólo lo harán sus jóvenes, sus mujeres, nuestros pueblos originarios, los trabajadores y trabajadoras, las emprendedoras y emprendedores, militantes que a lo largo y a lo ancho de la Patria hacen moverse la marea humana que liberará la democracia y construirá un nuevo Chile radicalmente.
Este Partido, nuestro Partido Radical Socialdemócrata está en el tránsito que los movimientos sociales marcan. El PRSD, como el pueblo chileno, sabe que la Patria no puede seguir siendo ni conservadora ni progresista, sabe que la Patria debe ser Radical.