viernes, febrero 09, 2007

Agricultores Aymaras de la Comunidad Ancovinto y Académicos del Departamento de Agricultura del Desierto y CIDHE realizarán misión tecnológica


La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), la Universidad Arturo Prat y el Centro de Investigaciones del hombre en el Desierto CIHDE, se encuentran apoyando una misión tecnológica a Ecuador, Perú y Bolivia para agricultores de la Comunidad Aymara de Ancovinto.

Esta actividad se realizará entre los días 17 al 30 de marzo, ocasión en la que viajarán 7 agricultores, 1 micro empresario local y 3 académicos.

OBJETIVOS
José Delatorre, jefe del proyecto FIA, señaló que los objetivos de esta gira se enmarcan en los del proyecto Innovación tecnológica y creación de una unidad de negocios para la producción mejorada de quinua en la comunidad de Ancovinto, altiplano de la provincia de Iquique. Estos objetivos son: Innovar tecnológicamente la producción de quinua en la localidad de Ancovinto y Generar una unidad de negocio para mejorar la rentabilidad del cultivo de la quinua.

Para el cumplimiento de estos propósitos los investigadores del proyecto en conjunto con los agricultores han comenzado la limpieza de líneas para la obtención de variedades que permitirán disponer de plantas más uniformes, semillas con granos de mayor tamaño y menor contenido de saponinas. Esto mejorará los rendimientos, los procesos de postcosecha y permitirá disponer de granos más homogéneo para el procesamiento.

Por otra parte se han validado tecnologías agronómicas como fertilización, control de plagas y riego eventual, tendiente a incrementar los rendimiento; todas estas prácticas han sido asumidas de la manera menos invasiva, es decir utilizando tecnología limpias.

También como parte de este proyecto, se plantea generar una unidad de negocios que permita a los agricultores conocer la rentabilidad de sus técnicas y comercializar sus productos. Para ello, se contempla formación de una cooperativa, tendiente a organizar a los productores para producir, procesar y vender en forma conjunta.

MISION
Como parte de todas estas actividades el FIA ha financiado una misión tecnológica cuyos objetivos son conocer los procesos tecnológicos aplicados actualmente en países con un alto grado de desarrollo de este cultivo. De igual forma esta misión busca conocer las diversas formas como se comercializa la quinua, la tecnología de transformación utilizada para agregarle valor al producto, la forma de organización que tienen los campesinos y como se relacionan con los compradores e industrias. Finalmente busca crear un lazo de relaciones entre investigadores y productores locales con sus pares en el extranjero, como una forma de aunar esfuerzos en torno a este cultivo ancestral, patrimonio del mundo Andino.

PARTICIPANTES
La delegación, a cargo de los académicos José Delatorre, Ana Riquelme y María Isabel Oliva, comenzará su viaje por Ecuador, visitando los campos de producción y ensayos de quínoa y amaranto. Luego una reunión con una comunidad indígena de Latacunga y el comité de Investigación Agrícola Local (CIAL) que trabaja con cultivos de quínoa y lupino. En Riobamba visitarán campos de agricultores productores de quínoa orgánica y empresas comunitaria procesadora de alimentos. Finalmente conocerán el programa de Granos Andinos y banco de germoplasma de la Estación Experimental Santa Catalina del INIAP.

En Perú visitarán fábricas de maquinarias procesadoras como Herrandina, industrias transformadoras (Andinar) y zonas de cultivos donde se utiliza de quinua y otros cultivos andinos. Visitarán las zonas del Cuzco, Juliaca y Puno. En esta última localidad conocerán las actividades del programa de Granos andinos de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno.

La última etapa del viaje es Bolivia, donde conocerán las investigaciones que se realizan en el altiplano Norte (La Paz), allí sostendrán un encuentro con campesinos dedicados al cultivo así como investigadores del Universidad Mayor San Simón, para luego dirigirse hasta Oruro, donde visitarán una planta de acopio y empresas procesadoras. Al final de jornada visitarán la zona de los salares donde se cultiva quinua en condiciones salinas.

Al término de esta actividad, se realizarán Charlas de difusión tanto en Iquique como en Colchane

OTRAS NOTICIAS UNAP

Importante Contribución Científica al Trabajo en Altura

Profesor de la UNAP publicó artículo en revista líder mundial en el tema

Una reciente publicación en la prestigiosa revista norteamericana Biología y Medicina de la Gran Altura, da cuenta del grado de aclimatización de los trabajadores chilenos que laboran en la cordillera de Los Andes. En el reporte de nombre “Mantención de la Aclimatización en Mineros en Hipoxia Intermitente”, el Dr. en Biotecnología Jorge Farías, explica que “se trata de un aporte adicional a la ciencia aplicada al modelo chileno de exposición laboral a la altura, consistente en que a unos días de trabajo en faena le siguen otros tantos de descanso a baja altura o a nivel del mar”.

Farías cuenta que “realizamos un seguimiento de trabajadores durante 3 años a quienes medimos diversas variables durante una prueba de ejercicio submáximo a 4.500 metros de altura y fueron comparados con un grupo que visitaba por primera vez la altura y otro que permaneció a nivel del mar”. Se encontró que el grupo que llevaba años laborando en la altura presentaba mejor nivel de oxígeno en la sangre (tanto en reposo como en ejercicio) comparado con el grupo que visitaba por primera vez la altura y además sufrían de menores molestias asociadas a la puna.

Jorge Osorio quien tiene un Master en Ciencias del Ejercicio en la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.) y coautor del estudio indica que “la aplicación de pruebas de ejercicio de intensidad leve a moderada en altura aportan una gran cantidad de información para evaluar el avance de la aclimatización en ese entorno.” Agrega que “ello obedece a que durante ese nivel de ejercicio y durante unos minutos las respuestas fisiológicas se mantienen estables a diferencia de la condición de reposo donde pueden variar por diversos estímulos.”

La principal conclusión del estudio –finaliza Farías- es que “los trabajadores de minería de altura mantienen un buen grado de aclimatización después de 3 años de faena en gran altura”.

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