El Consejero Regional, Alberto Urzúa, sostiene que “el Paseo Baquedano corre un serio peligro de desaparecer si no se toman medidas de mitigación para controlar posibles incendios en el sector, además de proponer otras protecciones a fin de que su acelerado crecimiento no permita que siga sosteniéndose como el Patrimonio Histórico, Cultural y Turístico que es”.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, Alberto Urzúa, sostuvo que se encuentra vivamente preocupado por la conservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Turístico del Paseo Peatonal Baquedano, un sector que a su juicio, en un futuro muy próximo, se convertirá en la calle del divertimento y la cultura en Iquique.
“Día a día se instalan nuevos restaurantes, universidades y un sin número de negocios que junto con cumplir los requisitos mínimos para adecuarse al actual paseo de la Calle Baquedano, traen consigo numerosos e importantes peligros para la conservación de dicho patrimonio, puesto que es obvio que debido al ajetreo propio de la actividad diurna y nocturna, se pueden ver expuestos a incendios y otros percances”, explicó Urzúa, quien agregó que justamente para mitigar esos posibles daños se hace necesario que el Gobierno Regional invierta en equipos especializados para las compañías de bomberos más próximas a dicha avenida, a fin de atacar los posibles incendios de una manera moderna y eficaz.
“Se hace necesario importar un carro con brazo articulado (snorkel) de un valor aproximado al millón de euros, una cifra cercana a los 710 millones de pesos, con el objeto de atacar los incendios desde la altura y desde el foco mismo del incendio, que podría estar en el medio de la cuadra, situación que hoy en día no es posible ser atacada por las compañías de bomberos de Iquique, menos en estas construcciones de madera que se combustionan rápidamente y que son equivalentes a cuatro o cinco pisos de altura de un edificio moderno”.
De igual modo, el consejero regional indicó que dicha especialización debe ir aparejada además con un esfuerzo público y privado para hacer muros cortafuegos en todas las construcciones a lo largo de la calle Baquedano, así como en las cuadras colindantes, a fin de evitar la propagación del fuego.
“Debemos estudiar la participación del Gobierno Regional en cuanto a los cortafuegos, ya que como se trata de propiedades de particulares, en principio, no se podría invertir dineros públicos. Sin embargo, en virtud de su carácter de patrimonio, podría quizás, existir una excepción a la regla general que permita una inversión compartida entre particulares, el Gobierno Regional y municipalidades, situación que habrá que estudiar desde el punto de vista jurídico administrativo”.
En este sentido, Urzúa explicó que todo esto debe hacerse para conservar la historia de la ciudad, la que considera, es importante para las futuras generaciones. “La calle Baquedano constituye casi en toda su extensión un patrimonio cultural hecho en madera de determinadas formas y dimensiones que hoy en día constituyen una novedad que debe ser conservada por su carácter patrimonial histórico, cultural y turístico que debe ser conocido y reconocido, para lo cual además, debe dictarse las ordenanzas municipales correspondientes para que las modificaciones de los mismos edificios sean limitadas a objeto de conservar su valor histórico y permita una conservación del original”.
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