sábado, junio 12, 2010

DIA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL


Compartir

Por. Ximena Rincón, senadora DC
Hoy se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Este año el slogan de la campaña es "Tarjeta Roja al Trabajo Infantil", Metamos un Gol: Erradiquemos el Trabajo Infantil, a través de la cual se pretende sensibilizar a la población en torno a esta grave vulneración de derechos.

Sin duda actividades como ésta nos ayudan a generar conciencia en torno a estas problemática, sin embargo creemos necesario aprovechar esta instancia para aclarar algunos conceptos en torno al trabajo infantil y sus consecuencias.

En Chile, el trabajo infantil afecta a 196 mil niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años, quienes además desarrollan labores en condiciones definidas por la OIT como "inaceptables", según lo estableció la última encuesta desarrollada en conjunto por el Ministerio del Trabajo y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la cual además logró determinar que la gran mayoría de los niños y niñas chilenos desarrolla actividades de trabajo doméstico.

En términos generales se entiende por Trabajo Infantil toda actividad que obliga a los niños, niñas y adolescentes a abandonar la escuela de forma prematura o exige combinar el estudio con un trabajo pesado que consume mucho tiempo y que los priva su niñez, su potencial y su dignidad, perjudicando su desarrollo físico y psicológico.

Existen además las denominadas Peores Formas de Trabajo Infantil: referidas a casos en que los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años, son víctimas de explotación por los adultos, en actividades económicas que ocasionan daño a su desarrollo físico, psicológico y moral.

Los efectos del Trabajo Infantil en la vida de un niño están relacionados con una transgresión al acceso y/o ejercicio de derechos fundamentales, impactando en su educación ya que les resta tiempo y energía, los priva de la asistencia a clases, influye en el rendimiento escolar y propicia finalmente el abandono escolar, además de disminuir el tiempo para el descanso y el esparcimiento que todo niño y niña merece.

Por otra parte, el tipo de actividad que algunos puedan desarrollar pueden atentar contra su salud, su desarrollo físico, mental y moral ya que los expone a riesgos, enfermedades y accidentes, les provoca fatigas físicas y psicológicas o facilitar aprendizajes que atentan contra su propia integridad.

En formas más extremas, los niños y niñas pueden ser separados de su familia, expuestos a graves peligros o abandonados. Asimismo, al incorporarse al su presupuesto familiar el trabajo infantil, se desatiende la importancia de la educación formal, y se induce y legitima el aprendizaje y/o el ejercicio prematuro de un oficio, perpetuando la pobreza y la exclusión social.

No hay comentarios.: