Jamás pensó este empresario trujillano que al llegar a Chile en 1990, su negocio inicial de importador de vehículos, se iba a transformar con el tiempo en uno de los íconos de las maravillas de la gastronomía del vecino país del norte, y que hoy hace furor en los grandes eventos que se realizan en nuestro jet set, pero también a nivel de personas de clase media y baja.
Raúl David Núñez Larrivieri, nació en Trujillo, Perú hace 53 años. Terminó su educación media, estudió para visitador médico, profesión que ejerció durante muchos años, y que le permitió recorrer todo el país, a muy bajo costo según él. Atraído por la zona franca, luego de haber vivido en Estados Unidos, decide probar fortuna en nuestro país, llegando precisamente en 1990. Como es más conocido como David, o “Don David” por razones que contaré más adelante, me dirigiré a él simplemente por su segundo nombre.
David… ¿Qué satisfacciones dejó el trabajar como visitador médico?
Primero, recorrer todo el Perú con el financiamiento de los laboratorios a quienes representaba. Segundo, conocer todas los platos que se preparan en mis país, considerando que por los componentes naturales, sufren algunas variaciones.
Por lo mismo… ¿Se podría decir que sin querer esa fue la fórmula de los negocios actuales?
Por supuesto. Uno en la vida aprende un poco de todo, y en el camino va sumando cosas, y se repente la lamparita se prende, y aparece algo que dice que instalar una peña, con música tradicional, y degustar ricos platos, es una buena forma de hacer turismo, para extranjeros y chilenos.
Volvamos a 1990. David Núñez llega como importador de autos usados.
Así es. Había un boom de vender por reexpedición vehículos usados con volante original y con cambio. Yo tenía una oficina en Perú, donde hacía las preventas, y de acuerdo a lo que me llegaba, comunicaba a mis compradores que podían viajar a buscar sus vehículos y llevárselos a Tacna y otras ciudades del Perú. Recuerdo haber vendido unos 500 automóviles japoneses solamente para taxis.
Allá no es exigencia el volante original.
Correcto. Pero yo los mandaba con el cambio hecho con cremalleras originales, tenía un trato con un taller en Iquique que hacía un muy buen trabajo. Fue una bonita experiencia que duró lo que tenía que durar.
También fue dirigente deportivo.
El fútbol es mi pasión, soy fanático de Universitario de Lima, y en tu país de la Universidad de Chile, por razones muy obvias. A poco llegar a Iquique, fui dirigente de Deportes Iquique, fundador de Municipal Iquique, me gasté mis buenas “lucas”, pero no estoy arrepentido de haber aportado al fútbol regional.
¿Y cómo llegó a la gastronomía?
Sencillo. Tenía la experiencia, sabía lo que la gen te quería, yo mismo buscaba siempre donde comerme una calapurka, un ají de gallina, unas papas a la huancaína al estilo peruano con tamales, y no encontraba donde hacerlo. Por lo mismo decidí abrir la peña “Contigo mi Perú”, en Bolívar con Vivar, traje músicos de mi país –los que nunca se fueron- y durante mucho tiempo mis coterráneos festejaron nuestro día patrio en mi peña. Puedo decir con orgullo que Perú trajo a Chile las exquisiteces de su gastronomía.
¿Y el Tutix?
Recordemos que el “Negro Piñera”, tenía el Entrenegros en sociedad con Miguelo, algo pasó entre ellos, Miguel abrió su propio negocio y yo le compré la marca para Iquique, un tiempo trabajamos juntos, pero el “Negro” es muy desordenado y divertido, así que me quedé con un club, discoteque, con gastronomía chilena y peruana, donde desde hace cinco años me ha ido muy bien.
¿Y la peña?
Sigue trabajando. En estos momentos la tengo arrendada, porque el tiempo no me alcanza para supervisar dos locales, pero bien, todo muy bien. Este país nos acogió como sus hijos y de ello estamos muy agradecidos.
¿Qué otra satisfacción le ha dado Chile?
Una tremenda. Me casé en Chile, este año nacieron trillizos de mi unión con Génesis Yáñez, y me hacen trabajar mucho, imagínate dos nanas, leche y alimentación para tres bebés que lloran juntos, que nos hacen turnarnos para dormir, a veces es un caos pero muy linda experiencia.
Por último. Porqué “Don David”?
Muy simple. En mi país se usa mucho el “Donde…” con el nombre del dueño del local, por eso antes de ser Tutix fue “Donde David”, y mis clientes me trataban de don, pero no me gustaba mucho, ya que sonaba a mafia italiana. Así que para todo el mundo soy simplemente David Núñez.
Fue una agradable conversación con este peruano con porte y pinta de alemán, que es padre de tres bebés hermosos como manifiesta, y con unas tremendas ganas de incursionar en nuevos negocios, y otros desafíos.
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