GALVARINO APABLAZA Y LA JUSTICIA

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Por: El Fortín
blogs.clarin.com/fortin/2010/10/06/apablaza-y-la-justicia/
Lejos estoy de aprobar la metodología de lucha que manejó el Frente Manuel Rodríguez durante y después de la dictadura militar chilena. Muchas veces lo dejé planteado cuando era presidente del Chile Democrático o de la Mesa de Encuentro de las Partidos políticos en la Argentina. Esto porque tenía claro que la dictadura militar era quien se favorecía en ese terreno y se aprovechaban de ello para profundizar su persecución y desaparecimiento de los opositores políticos.

Ahora, enfrentado a la situación planteada por el asilo que se le ha concedido a Galvarino Apablaza, no queda otra posibilidad que fijar una clara y nítida posición.

Estoy absolutamente de acuerdo en que se le haya concedido la condición de refugiado al compañero Apablaza, esto por múltiples razones. En primer término, porque nunca se ha logrado probar que Galvarino haya aprobado el ajusticiamiento de Jaime Guzmán. Las propias investigaciones judiciales indican que Apablaza no suscribía las medidas acordadas, lo que en definitiva –algunos años más tarde- lo llevó a abandonar el FPMR, cuando en una carta a los militantes les indicó que él no compartía que en el Frente se haya impuesto “una mentalidad operativa que busca vencer y no convencer”, donde “la eficacia política se ve asociada al carácter operativo de la acción y no a su pensamiento”.

Por otro lado, debo hacer hincapié en que es de justicia que no se haya permitido su extradición. Jaime Guzmán es el más importante de los referentes ideológicos de la dictadura militar chilena y como tal responsable de lo hecho por ella durante sus más de quince años de poder. Es uno de los inspiradores de la institucionalización del régimen militar. En carta a su madre del 15 de Octubre del 73 le decía: “Cuando Pinochet se refirió al “espíritu portaliano que hoy alumbra esta sala”, sentimos que aludía a una realidad nueva y verdadera, y cuando juró ante la misma bandera en que O’Higgins había sellado la Independencia, percibimos que Chile había reencontrado su verdadero destino.

Personalmente estoy cooperando full-time con el Gobierno (…) Colaboro en una comisión destinada a redactar una nueva Constitución, y también en la organización de la propaganda y la juventud, en la Secretaría General de Gobierno”.

El es el autor e ideólogo del proyecto autoritario y neoliberal que la Dictadura dio a conocer el 11 de Marzo de 1974 con los nombres de “Declaración de Principios del Gobierno de Chile” y el “Objetivo Nacional”, y que entrañaron la justificación que empleó el régimen para su accionar delictivo. Él mismo declaró en una oportunidad que asumía la responsabilidad del régimen “porque una persona no puede ser irresponsable de lo ocurrido”, agregando: “tampoco puedo decir que no sabía lo que estaba ocurriendo en nuestra patria”.

Vuelvo a repetir, no es ésta la forma –la muerte de Jaime Guzmán- de métodos de lucha que yo he elegido, no estoy de acuerdo con ella, pero –como en otros casos- con ello se ha hecho justicia a miles de asesinados, desaparecidos y torturados víctimas de los “… Principios del Gobierno de Chile” y el “Objetivo Nacional” que inspirara y redactara Jaime Guzmán, quien pocos días antes había votado en el senado en contra de una reforma constitucional que permitía al Presidente indultar a personas procesadas por delitos terroristas, la misma ley que hoy tiene en huelga de hambre a decenas de comuneros mapuche.