Hoy, en
promedio, las universidades del Cruch tienen un 36% de deserción de sus alumnos
y más del 40% no se titula. Además, el ministro señaló que debido a la duración de las carreras y a los
niveles de deserción, el costo de titulación se eleva más de lo que debería.
El ministro de
Educación, Harald Beyer, asistió hoy a la reunión mensual del Consejo de
Rectores, donde pidió a las instituciones que asuman el desafío de enfrentar
los altos niveles de deserción que tienen hoy las carreras en nuestro país, que
alcanzan un 36% en el caso de las carreras del Cruch.
“Los niveles de
deserción de las carreras que ofrece el Consejo de Rectores son muy elevados
para los estándares que necesitamos de una educación de calidad. Además, la
esperanza de titulación es de 57 por cada 100 que ingresan en un año (57%), lo
que está muy por debajo en relación a los países desarrollados, que llegan por
sobre el 70%. Por lo tanto, les pedí un mayor esfuerzo para trabajar en esta
área que tiene un costo muy elevado para el país, para la sociedad y para las
familias”, dijo el ministro Beyer.
También señaló
que “hemos observado que, de los estudiantes que desertan de las universidades
del Consejo de Rectores, sólo uno de cada dos se reinserta, y cuando vemos a
los estudiantes más vulnerables, sólo uno de cada diez se reintegra. Creemos
que eso requiere una preocupación mayor de las universidades”.
Tanto la
deserción de los estudiantes como la duración de las carreras influyen en el costo de las
mismas. “Calculamos que el costo de las carreras hoy día por alumno, debería
ser del orden de $13.500.000, pero la verdad es que por la deserción y por lo
largo de las carreras estamos hablando del orden de $21.000.000, que es el
costo efectivo por graduado. Nos parece un costo muy elevado”, explicó el
ministro.
En el caso de
las Universidades del Cruch, el promedio de duración de las carreras es de 10.6
semestres (5 años, aprox.). Sin embargo, los estudiantes demoran 14.6 semestres
en terminarla (7 años, aprox.). Es decir, la duración real de las carreras es
de 2 años más que la duración esperada.
Entre los años
2006 y 2011 se invirtieron $70 mil millones en proyectos de innovación
académica y calidad docente en las universidades del Cruch. Al respecto, el
jefe de la Cartera explicó que “hoy día lo que está pasando es que de cada $100
que se prestan en las instituciones del Consejo de Rectores se están
recuperando $38, lo que es un costo grande para el país. Este sistema como está
pensado no es sustentable en el largo plazo y nosotros tenemos, como Gobierno,
una responsabilidad de dejar un sistema que sea sustentable en el mediano y
largo plazo”.
Finalmente, el
ministro Beyer se refirió a la posible variación de los aranceles a raíz de la
nueva forma de calcularlos, que incluirá precisamente la duración de las
carreras y la deserción. “Si las universidades reducen su deserción, los
aranceles de referencia van a subir. Indudablemente que si aumentan los niveles
de deserción, los aranceles de referencia van a sufrir una baja, pero nos
parece que eso es justo porque le comunica al estudiante un problema. Al
estudiante no le gustaría entrar a una universidad donde los niveles de
deserción sean muy elevados. Por lo tanto, lo que estamos construyendo es un
indicador que permita apuntar a la calidad y equidad en la educación superior”.
Durante la
reunión también se abordó la propuesta de financiamiento que presentó el
ministro este lunes, y los rectores pudieron plantear sus inquietudes respecto
a su participación en ella.
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