Una de las tareas más
importantes para la agricultura mundial es reducir el uso de plaguicidas. Chile
no permanece ajeno a este desafío y es por ello que en el marco del proyecto
“Desarrollo de Estrategias de Manejo Fitosanitario para Frutales de Exportación
Tendientes a Reducir el Uso de Plaguicidas”, el equipo técnico conformado por
investigadores de distintas áreas, se
reunió para analizar los avances del estudio ejecutado por diversos centros
regionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, financiado por
el Ministerio de Agricultura.
Los desafíos por
alimentos inocuos son cada vez mayores, lo que significa minimizar el uso de
pesticidas y con ello, la presencia de residuos en los alimentos. Por eso, el
foco del proyecto “Desarrollo de
estrategias de manejo fitosanitario para frutales de exportación tendientes a
reducir el uso de plaguicidas”, es obtener frutas de exportación que permita
competir de igual modo con otros países productores y reconocimiento de estos como
alimentos inocuos, con estándares internacionales que certifiquen productos
libres de residuos, tal como lo hacen países como Nueva Zelanda.
El proyecto, dirigido
por el investigador del área de entomología del CRI Intihuasi, Carlos Quiroz,
surge en 2010, cuando Chile ingresa a la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico, OCDE, lo que implicó adquirir ciertos compromisos país
para, entre otros aspectos, disminuir la carga de plaguicidas usados en la
agricultura. Asimismo, a partir del convenio de Estocolmo, los gobiernos se
encuentran obligados a asumir las responsabilidades de la eliminación, retiro y
búsqueda de alternativas más eficaces y de menos impacto a sustancias
peligrosas para nuestro planeta.
Sobre la base de este
escenario, el Ministerio de Agricultura le encargó al INIA elaborar estrategias
para disminuir el uso de estas sustancias tóxicas, partiendo con la
fruticultura de exportación, enfocadas en dos especies de mayor relevancia
nacional, tanto en superficie como volúmenes exportados, como lo son la uva de
mesa y los manzanos.
INIA focalizó la
investigación entre las regiones de Coquimbo y de La Araucanía, cuyas
estrategias giran en torno a dos ejes centrales. El primero de ellos
corresponde al análisis de cómo se están manejando los programas sanitarios en
el control de enfermedades y plagas, y el segundo, se enfoca en el cuándo y
cómo se aplican los plaguicidas. Hay mucho que hacer todavía, asegura, Jorge
Riquelme, uno de los expertos en maquinaria agrícola. “Como país nos falta un
programa de inspección y certificación de equipos que periódicamente revise y
autorice la utilización de los equipos en los predios, programa que ya es
obligatorio en Europa”. Además, agregó, el parque de maquinaria utilizado en
nuestro país en general es antiguo, tractores con más de 10 años de uso, maquinaria
deficiente en sus prestaciones de caudal de viento, boquillas de alto caudal,
fugas en los equipos.
Carlos Quiroz, agrega
que “la idea es que esto sea un plan integral de recomendaciones que se pueda
aplicar en todas las zonas frutícolas del país, implementado desde el
Ministerio de Agricultura hacia los agricultores”. El objetivo final es lograr
obtener frutas de exportación de alta competitividad y reconocimiento como
alimentos inocuos con estándares internacionales que certifiquen productos libres
de residuos, tal como lo hacen países como Nueva Zelanda.
El programa de
transferencia y de material divulgativo que se ha generado con el proyecto, es
para que productores nacionales de uvas y manzanas aprendan buenas prácticas en
el uso y manejo de los plaguicidas y sepan reconocer las plagas y enfermedades
que afectan a estos cultivos.
Los productos que se
han generado hasta ahora en el marco del proyecto tales como cartillas
divulgativas, seminarios, talleres de capacitación han sido difundidos a través
de la página web www.fitosanidaduvaymanzana.cl.
Comunicaciones INIA
La Cruz, Fono: 33 – 321780 anexo 2243, E-mail: esanmartin@inia.cl, Chorrillos #86, La Cruz
– V Región
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