Cientos
de devotos participaron durante la mañaña de hoy, jueves 12 de julio, en la
celebración donde el padre Yanko Pajkuric bendijo y consagró los trajes de la
nuevos bailarines, como la vestimenta que los danzantes podrán usar únicamente
para la alabanza a Dios y la Danza religiosa.
El Santuario de la Virgen del Carmen
se llenó de alegría, colores, cantos y la emoción de los fieles que empapados
de su devoción a la “Carmelita”, llegaron para pedir la bendición del Señor en
esta nueva experiencia de fe, el ser nuevos danzantes de los distintos bailes
religiosos que participan de esta fiesta de la Virgen en su casa grande del
Norte de Chile.
Durante la eucaristía, la asamblea
fiel elevó sus plegarias quienes hoy presentron sus trajes nuevos ante el altar
del Señor y por quienes ayudaron con cariño en su confección para que consagrados
para la danza religiosa, lo cuiden y sepan llevarlos como verdaderos hijos de
Dios en medio de los Bailes Religiosos.
También la oración fue dedicada por
todos los presentes para que, renovados y revestidos con el traje de la fe en
Cristo, puedan dar verdadero testimonio de fraternidad y caridad en medio de las
realidades que a cada uno les toca vivir, además de pedir por todos los bailarines,
para que siempre respeten sus trajes “porque son signos de su ofrenda a Dios”,
dijo el padre Yanko.
En la
oportunidad los mismos nuevos integrantes de los bailes religioso, junto al Pan
y al Vino, pusieron ante el altar del Señor sus trajes como ofrenda, donde en
dicho acto fueron ellos mismos quienes se ofrendaron a Dios con la fe que los
trajo a esta Fiesta Grande y a querer danzarle a la Madre de Jesús.
Así con la emoción de los nuevos danzantes, en un momento de
solemne oración, se comprometieron a ser fieles en sus promesas de cuidar y
respetar su nueva vestimenta para la alabanza a Dios, “Que
estos trajes sean el signo de su fe, la alegría de su esperanza en medio del
cansancio y la donación con todas sus fuerzas en el amor a tí, y a los
hermanos, donde descubrimos tu permanente visita”, dijo el padre Yanko.
“Que estos trajes sean el signo de
compromiso con su sociedad, y se adornen con la virtud de la fraternidad, el
respeto mutuo, la unidad, la mansedumbre, el amor a la iglesia y a todos los
hombres. Padre santo, derrama sobre estos hijos tuyos tu bendición abundante”,
finalizó el religioso franciscano.
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