Obispo recuerda historia y comienzos de la Festividad de la Virgen del
Carmen de La Tirana.
Monseñor Órdenes, también recordó lo importante de conservar las
tradiciones, el fortalecimiento de la fe en Jesucristo y en la Virgen María.
Una emotiva homilía, en la cual se hizo un recorrido histórico por los
comienzos de la festividad de la Virgen del Carmen, comenzando desde la
historia del bautizo de “La Tirana”, el comienzo de las tradiciones dancísticas
y la promulgación del boca a boca de la misma, fue realizada por el Obispo de
Iquique, Monseñor Marco Antonio Órdenes, en la misa de vísperas de la
festividad de la Virgen del Carmen de La Tirana.
En el mensaje, el prelado expresó que “esta noche nos
vuelve a introducir en el corazón mismo de la fiesta, de la tradición y la
historia… Esta solemne víspera con la que esperamos el 16 de julio, nos une a
los antiguos: La Ñusta convertida a Jesús, al minero de Almeida, a Fray Rondón
y a los antiguos danzantes y peregrinos.
Hoy, somos nosotros, los hijos e hijas
de este tiempo, que nos unimos al peregrinar de siglos a estas tierras del Tamarugal.
Ya no llegamos en carretas, son nuevos y modernos los transportes; esta
explanada ya no es arena y chusca, ni nos alumbramos en la noche sólo con velas
y chonchones. El tiempo ha cambiado, pero nuestros pasos de peregrino y
bailarín, siguen retornando a este lugar sagrado porque está la Casa de la
Madre del Señor”.
Monseñor Órdenes,
también habló, respecto de por qué se debe cuidar la festividad de La Tirana,
aduciendo a que el lugar fue escogido por Dios para que se erigiera un templo,
con e fin de atraer los corazones
nortinos. “Este es un lugar de reposo y descanso para el corazón que tantas
veces busca estos bienes escasos en la tierra, en medio de sufirmienteos y
desesperanzas, de trabajos y esfuerzos, dificultades, angustias y esperanzas. Pero aquí
también hemos aprendido que estos bienes de vida y la paz verdadera los puede
dar sólo Dios: Jesucristo, el Señor. Aquí, por más de 450
años, venimos encontrando en el regazo de esta Madre querida, acogida, abrigo,
pan y refugio y abrazo para cargar con esperanza la cruz”.
La solemnidad de su
discurso continuó con las palabras dirigidas hacia los bailarines, quienes cada
año llegan al Santuario para que sean fieles
a las tradiciones del pasado que han ido heredando y que mantengan la
religiosidad, para traspasar la festividad a sus descendientes. “Un día tú y
yo, algunos más temprano que tarde, tendremos que entregar la tradición a
otros, ¿y qué es lo que vamos a entregar? ¿Un mero acto folklórico, un ritual
decadente, una fiesta carnavalizada? De ti y de mí, de cada uno de nosotros
peregrinos, sacerdotes, jóvenes servidores de la fiesta, depende cuidar las
raíces de este santuario y sus Bailes Religiosos”.
Tras finalizar sus
palabras, se prosiguió con las celebraciones de vísperas y se cantó a la media
noche la canción para llamar a la “Chinita”, donde más de 250 mil personas
fueron partícipes de la liturgia llevada a cabo en la explanada del templo de
La Tirana.
OBISPO DE IQUIQUE INSTÓ A LA UNIDAD Y A TRABAJAR POR
LOS IDEALES DE LA GENTE Y NO PONERLES TRABAS
El mensaje enviado fue para quienes están en las esferas de poder, con
el fin de que solucionen sus diferencias y concuerden en trabajar los proyectos
que la gente necesita.
Con una explanada llena de fieles, se efectuó la Solemne Eucaristía del
Día de la Fiesta, más conocida como “misa da campaña”, donde el Obispo de la
Diócesis de Iquique, Monseñor Marco Órdenes efectúo una homilía en pos del
trabajo en conjunto de quienes tienen el poder, para construir lo que el
pueblo y la gente anhelan y necesitan.
“En este 16 de julio, día de fiesta y feriado para la
patria entera, ante la imagen venerada de la Madre y Patrona de Chile, no
podemos de dejar de orar por esta Patria, que busca estos caminos: ha crecido y logrado grandes
niveles de atención a las demandas básicas de la población, pero hoy también se
debate entre seguir un camino marcado por el absoluto de una economía de
mercado, y la búsqueda de otro, que
contemple no la riqueza como fin, sino que el desarrollo justo y equitativo de
las personas. ¿Quién no quiere en Chile un país más justo? ¿Una sociedad más solidaria
y fraterna? Y si todo indica que la mayoría anhelamos un país más hermano ¿Por
qué no logramos construirlo? Y seguimos en descalificaciones, entorpeciendo los
buenos proyectos, simplemente para que el otro no aumente posibilidades de
futuros votos. ¿Qué nos pasa, que nos falta para ser de verdad más felices y
verdaderos constructores del vínculo cívico?”, fueron las palabras del Obispo.
En su mensaje, Monseñor también destacó la importancia de mantener la
tradición, e incluso le pidió a la Virgen del Carmen que guiara los pasos de
todos quienes propagan la fe en Cristo y el cariño que le tienen a ella. “Madre, guárdanos en la bella
tradición de estas tierras de fe y devoción: que esta arca de nuestra identidad
nada ni nadie la pueda destruir. Que se vean respetadas las costumbres y tradiciones
de tus Bailes Religiosos en las ciudades que cambian y no siempre los
comprenden. Aumenta nuestra consciencia por cuidar, proteger y transmitir este
tesoro de identidad y tradición. Que tus Bailes sigan siendo religiosos, y
bailen para ti y Dios, sin poner sus ojos en la vanidad egoísta. Cuida de tus
peregrinos, y llévanos a todos junto a tu corazón, y que vivamos en esta
alianza: “Tú siempre junto a mí, y yo siempre junto a ti”
Chinita del Carmen, es cierto, mi corazón y el mis hermanos, el de este norte
es tuyo: “Estamos hechos para ti”.
Escapularios
Además de la celebración eucarística,
se les colocó escapularios de la Virgen del Carmen a todos los
estandartes de los bailes religiosos, en conmemoración de la fecha del “Centenario del Escapulario”, que celebra la
iglesia.
Otras de las particularidades es que se dejaron libres cientos de globos
que tenían peticiones a la Madre, con el fin de que pudieran tener un buen
encuentro con el Señor, a través de la intercesión de la Virgen María.
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