lunes, diciembre 16, 2013

CONTROL BIOLÓGICO COMO ALTERNATIVA PARA EL COMBATE A LAS PLAGAS

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Este método consiste en utilizar organismos vivos que parasitan o depredan poblaciones de otros insectos dañinos para las plantas y/o árboles de los agricultores.

El control biológico es una alternativa cada vez más sostenible para combatir las plagas, que ahora cobra relevancia al ser una opción para enfrentar la mosquita blanca japonesa que afecta a la comuna de Pica y que derivó en la declaración de emergencia fitosanitaria.

Este método de control no es muy conocido aún en Tarapacá y justamente por eso es que representantes de Koppert Chile llegaron a la región para poner a disposición de los productores sus más de 40 años de experiencia en control biológico.

El contacto con Koppert, líder del mercado internacional en el campo de la protección biológica del cultivo y la polinización natural, se concretó en España en el marco de una gira técnica, donde el director de INDAP Tarapacá, Claudio Koplow, comentó la problemática regional. Gracias a dichas gestiones, Koppert Chile está evaluando la factibilidad de iniciar operaciones en la región de acuerdo a eventuales requerimientos dada la situación en Pica.

Esta multinacional, desde 1967, se ha expandido a 23 países, estableciéndose el año 2009 en Chile detalló el gerente general de Koppert-Chile, Hugo Expósito, quien afirmó que ya trabajan en Arica, Quillota y Chillán. El método consiste en utilizar organismos vivos que parasitan o depredan poblaciones de otros insectos dañinos para las plantas y/o árboles de los agricultores.

“A nivel mundial las estrategias de control biológico bien utilizadas han sido siempre un éxito. En el control biológico la planta puede explotar todo su potencial, porque no está afectada por un químico, entonces produce más. A diferencia de lo que se piensa, el control biológico no es más caro, sí es más caro que un químico, pero a la larga permite producir más”, explicó.

Detalló que el control biológico permite un manejo integrado de plagas, es decir utilizar todas las herramientas culturales, químicas y biológicas para mantener la plaga a raya, de manera de poder producir con la menor incidencia de trazas de plaguicidas.

Sobre su eventual incorporación en Tarapacá, Expósito recaló que “cuesta cambiar la mentalidad a los agricultores, ya que trabajar con control biológico significa mantener un equilibrio natural. No es lo mismo ver una plaga y aplicar un químico, porque la plaga desaparece, sino que acá se controla a un nivel donde no provoque daño económico, eso es lo que interesa; es mantener un ecosistema amigable y natural”.

Añadió que Tarapacá tiene muchísimo potencial agrícola, pero primero debe priorizar la asociatividad, desarrollar una agricultura intensiva e incorporar nuevas tecnologías, así puede producir y ofrecer productos de contra temporada a buen precio para la zona central.

“Hay que producir más y de mejor calidad, pero hay que evolucionar, para poder tener acceso a mejores mercados. Hay que incorporar invernaderos, riego tecnificado, fertilización. Con el fuerte crecimiento minero que tiene esta zona, habrá mayor demanda y hay que ponerse a tono con ello”, insistió.

Para Expósito, el control biológico en la región es viable pero con un trabajo a largo plazo, que cuente con el apoyo de las instituciones ligadas al área, pero sobre todo de los mismos agricultores.

Por último, el director del Indap agregó que “el control biológico va en la línea de soluciones definitivas muy eficaces en el mediano a largo plazo para nuestros agricultores, siguiendo la lógica de un Chile más sustentable y más amigo de su medioambiente, de acuerdo a los compromisos con la agricultura del presidente Sebastián Piñera”. “La comuna de Huara ha manifestado querer ser la primera comuna orgánica del país. Esta es una muy buena noticia para nuestros agricultores y agricultoras de la quebrada de Tarapacá y aledañas”, concluyó.

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