Innovadora
propuesta, apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria, rescata una
receta ancestral realizada artesanalmente por mujeres indígenas.
Un producto único en sabor y preparación ha
encantado a los turistas nacionales e internacionales. Se trata del Té de
Zanahoria Gourmet “Ckapar Likckau” el cual se encuentra en proceso de
industrialización gracias a un proyecto de la Fundación para la Innovación
Agraria (FIA), ejecutado por la Corporación de Desarrollo de la Provincia de El
Loa - PROLOA y el aporte de Minera El Abra, que ha posicionado una infusión
milenaria que además de un particular sabor posee propiedades curativas.
Este producto, tradicionalmente se caracteriza
por seguir una receta ancestral realizada artesanalmente, cuyo proceso
productivo incluye principalmente las actividades de cultivo y cosecha de las
zanahorias, lavado a mano, rallado, secado, tostado y envasado, todo realizado
por manos de mujeres de la Asociación de Quillantay de Lasana, la cual tiene 10
años de trayectoria, no obstante en un futuro la proyección considera producir
a gran escala transformando a este grupo de mujeres en empresarias.
“Como FIA, es muy importante apoyar este tipo
de proyectos ya que junto con beneficiar la situación económica de
emprendedores del país, coincide con nuestro objetivo de rescatar el patrimonio
agroalimentario local”, indica el director ejecutivo del FIA, Héctor
Echeverría.
Asimismo, Eufemia Pérez, una de las
productoras, manifiesta el avance en esta iniciativa: “La diferencia entre lo
que hacíamos antes y lo que hacemos ahora, es que antes producíamos té solo
para nosotras de manera más artesanal y ahora estamos pensando en preparar
mayores cantidades como empresa y con mayor profesionalismo y calidad, tanto en
la presentación como en la venta del producto”.
Una proyección que se justifica en el interés
generado entre sus consumidores. “A mí me encanta este té porque, para
comenzar, esta es una zona identificada con el cultivo de la zanahoria y eso le
gusta al turista. Además tiene una linda presentación y lo más importante es
que está hecho por personas oriundas de Lasana y eso tiene mucho valor”,
sostiene Silvia Lisoni, una de sus consumidoras.
El Valle de Lasana se encuentra ubicado a 45
kilómetros de la ciudad de Calama, localidad en la cual están asentadas 50
familias pertenecientes a la etnia atacameña, quienes se dedican principalmente
a la agricultura y el turismo, actividades de gran importancia para las
comunidades de los valles y oasis del interior, para quienes más que una
actividad económica, es una forma de vida y el establecimiento de una economía
de subsistencia.
#Iquique
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