Se
trata de Vetiver, una especie que sirvió para que profesionales de la
Universidad de Tarapacá introdujeran un moderno sistema que busca descontaminar
los suelos de la localidad.
El que sus raíces crezcan de manera vertical,
pudiendo alcanzar hasta los 4 metros de profundidad, podría instalar al Vetiver
como un milagro para los agricultores de los valles de Arica y Parinacota. ¿El
motivo? Su alta capacidad de absorber material contaminante de los suelos, que
impiden la crecida de nuevos cultivos en la localidad.
"Es la
idea que ya materializan profesionales de la Universidad de Tarapacá, quienes
en 2012 importaron un moderno sistema que busca remediar las superficies de la
zona a través de esta planta, el cual ya se encuentra en ejercicio desde marzo
de este año. Todo, a partir del proyecto “Validación del Sistema Vetiver en
zonas áridas para la recuperación, remediación y protección de suelos agrícolas
en la Región de Arica y Parinacota”, apoyado por la Fundación para la
Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura".
“La alta salinidad del agua y la presencia de
contaminantes como metales pesados, boro y arsénico afectan los suelos
provocando bajos rendimientos y acotando la actividad agrícola a ciertos
cultivos tolerantes, que reducen la productividad de la zona”, explica Sandra
Ugalde, ingeniero agrónomo de la Universidad de Tarapacá y coordinadora técnica
del proyecto, acusando las pocas alternativas tecnológicas existentes en la
actualidad para abordar este tema.
“Las opciones de descontaminación de suelos
con boro no existen y en el caso de los metales pesados, los métodos son de muy
alto costo y se registran a pequeñas superficies, siendo inviables para la
agricultura”, dice.
Cuestión que instala al Sistema Vetiver (SV)
como el más costo/eficiente y de fácil implementación, comprobado
científicamente por sus exitosas experiencias en Australia, China, Tailandia y
Venezuela.
Más
Sustentable
Pero, ¿qué es el Sistema Vetiver?
Desarrollado inicialmente por el Banco Mundial para recuperación de suelos y
aguas en la India a mediados de los ’80, el SV funciona a través de la
fitorremediación, una novedosa tecnología capaz de regenerar los suelos en los
que se aplica, conseguir una alta extracción de elementos perjudiciales y ser
más económico que los métodos convencionales. Esto último, considerando que los
costos por las herramientas clásicas bordean los 100 mil a 1 millón de euros
por hectárea, mientras que la fitorremediación no supera los 10 mil euros por
hectárea.
Además, el Vetiver es la planta que le da
mayor autonomía a dicha tecnología ya que posee raíces de 5 metros, tiene un
alto crecimiento y se adapta a todo tipo de clima y suelos. Su rango
fitorremediador abarca todos los metales pesados, metaloides y boro. Por
ejemplo, en el caso del arsénico, el Vetiver acumula niveles de hasta 72 mg
Kg-1, mientras que otras plantas estudiadas por los profesionales de la
Universidad de Tarapacá (las cuales alcanzaron las 400) solo variaron entre 1 a
10 mg Kg-1.
Impacto
A solo dos meses de su puesta en marcha, este
proyecto cuyo tiempo de duración contempla un año y medio, podría beneficiar la
productividad de los agricultores de la zona a gran escala. “Si constatamos que
la planta tiene la capacidad de absorber tales materiales contaminantes de los
suelos, va a significar que los cultivos tengan mejor rendimiento y que incluso
se puedan introducir otros, actualmente sensibles a esas cantidades de boro. Eso
significa abrir un abanico de posibilidades para los pequeños y medianos
agricultores”, afirma Sandra Ugalde, agregando que a la fecha solo se ha
cultivado maíz lluteño, alfalfa, cebolla, ajo y brócoli, adaptados todos hace
cientos de años a esas condiciones. “Eso es lo que queremos evaluar ahora, una
vez que remediemos el suelo. Aquí, introduciremos nuevos cultivos, sensibles al
boro y que a la vez sean rentables, como el poroto verde, la frutilla, el melón
y la lechuga”, asegura.
Si bien, uno de los mayores obstáculos
estaría en convencer a los medianos y pequeños agricultores de la eficiencia de
esta innovación, la experta rescata los buenos resultados obtenidos en la
experiencia de 2014, también apoyada por FIA, la cual consistió en la
descontaminación de aguas de riego bajo el Sistema Vetiver. “En el anterior, la
planta pudo absorber hasta un 96% del boro concentrado en los fluidos, lo que
ahora buscamos verificar en los suelos dado al éxito internacional que ha
tenido la planta sobre las superficies”, comenta.
Toda una innovación que para la Fundación ha
sido relevante apoyar. “Para nosotros es muy importante trabajar y apoyar
tecnologías que puedan ser implementados por el sector productivo, dirigidos
hacia la descontaminación. Este es un tema de sustentabilidad que, tras haber
permitido usar aguas que no estaban disponibles para riego, hoy puede ocuparse
en superficies logrando producciones que antes no existían”, indica Loreto
Burgos, ejecutiva de Innovación Agraria (EIA) de FIA a cargo del proyecto.
Iniciado en marzo, el Sistema Vetiver para
descontaminación de suelos fue presentado a las autoridades regionales y
asociaciones de agricultores de los valles de Arica y Parinacota el pasado
miércoles 3 de junio, en la comuna de Arica. Durante la instancia participaron
cerca de 100 personas, vinculadas al rubro.
#Iquique
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