Con un
algarabía de flores y música; y las palabras de cariño y aprecio del equipo
humano de la Segegob Tarapacá, el Seremi de Gobierno Luigi Ciocca,
despidió a quien en vida fuera Aldo
Prieto Henríquez, gran funcionario de dicha institución, quien falleció dejando
su recuerdo de nobleza, carisma y espontánea risa a quienes lo conocieron tras 26
años de trabajo y entrega a dicho organismo de Gobierno.
Hasta las puertas de la Seremi de Gobierno de
Tarapacá llegó la carroza fúnebre con los restos de Aldo Prieto, una última
parada en las oficinas donde trabajó, junto a sus compañeros, generando el
aprecio y cariño de funcionarios del Gobierno Regional, dirigentes sociales y
vecinos, quienes llegaron hasta avenida Arturo Prat 1070
para brindarle una última despedida a un hombre que, con su versatilidad,
vocación y gran personalidad, se transformó en un referente de lo que es el
servicio público.
Con la emoción propia de quien despide a un
amigo, el vocero regional de Gobierno recordó la impronta con que “Aldito”
marcó el destino de tantas personas que se cruzaron por su camino en esta vida.
“Hoy, con profundo dolor, despedimos a
nuestro compañero de trabajo y amigo por sobre todas las cosas. Su partida nos
deja un gran vacío, no sólo a nosotros, sino también a su familia, porque ya no
escucharemos su voz, su risa, su buen humor
y su gran compromiso por hacer del servicio público una forma de vida,
que pudimos apreciar en cada momento que compartimos como equipo de trabajo.
Estamos convencidos que descansas en paz, y que tu luz siempre estará presente
con nosotros, guiándonos en cada momento de nuestro trabajo con la comunidad”.
A las palabras del seremi de Gobierno, se
sumaron la de funcionarios de Gobierno y amigos, quienes resaltaron las cualidades de Aldo, como
artista, talentoso creador y gran actor de teatro. Además, la política no
estuvo exenta de su vida, siendo militante del Partido Socialista (PS) desde su
juventud.
Al son de la música que regocijó su alma, un
sinfín de pétalos de rosa cubrieron la carroza fúnebre camino por la antigua ex
avenida Souper del Barrio El Morro, donde acompañados por sus amigos a pie,
emprendió el viaje al Sindicato de Estibadores, lugar donde cada viernes
deleitó a miles de iquiqueños con su actuación en varias obras de la Compañía
de Teatro Humberstone, que lo cobijó en su amor y entrega en el arte de las
tablas.
En dicho lugar recibió los honores y el
cariño de la comunidad iquiqueña, y de la compañía de Teatro Humberstone, con
la presentación de una de las obras teatrales donde Aldo lució sus dotes
histriónicas. De ahí, emprendió el camino hasta su última morada, el Cementerio
Nº 3, donde sus restos descansarán en paz, pero su espíritu seguirá rondando
las calles y pasajes del Iquique que lo vio nacer, crecer y ser el gran hombre,
hijo, hermano, padre y amigo querendón que entregó su vida al arte, al teatro y
al servicio público.
#Iquique
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