En
relación a las migraciones y el refugio el Consejo
Nacional de la Democracia Cristiana, ha resuelto hacer presente lo siguiente:
1.- La vulneración de los derechos humanos,
así como las inequidades al interior de los países y entre economías nacionales
en todas partes del mundo son las verdaderas causas de la dramática situación
de los migrantes y refugiados que en estos días ha alcanzado insospechada
gravedad y visibilidad.
Aunque el primer desafío de todo Estado debe
ser el respeto al derecho a no migrar, esto es, a procurar a cada persona la
posibilidad de desarrollar un proyecto de vida digno y trascendente en la
tierra que lo vio nacer, día a día, personas de los más diversos lugares del
mundo se ven obligadas a abandonar sus países para buscar la seguridad, los
medios de subsistencia y la dignidad que necesitan.
Por ello, la Declaración Universal de
Derechos Humanos establece el derecho de toda persona a circular libremente y a
elegir su residencia en el territorio de un Estado, así como “a salir de cualquier país, incluso del
propio, y a regresar a su país”. Asimismo, consagra el derecho “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en
cualquier país”.
Para la Democracia Cristiana, la migración es
un derecho y es deber de los Estados en general, y de Chile en particular,
realizar esfuerzos concretos para hacer efectivo su ejercicio en sus
territorios.
2.- En las últimas semanas, el mundo ha sido
horrorizado testigo de las dramáticas connotaciones que la situación de los
migrantes y refugiados en Europa ha adquirido, lo que para Chile importa una
serie de desafíos.
En primer lugar, es importante reflexionar
sobre el papel que han jugado los países desarrollados en las causas de la
migración, esto es, en las situaciones que originaron estos desplazamientos de
personas: crisis económicas, guerras, conflictos internos, depredación de
recursos naturales, etc.. Aprobado en Consejo Nacional de 07/09/2015; Directiva
Nacional PDC - Presidente: Jorge Pizarro; Vicepresidentes: Carolina Goic -
Yasna Provoste – Sergio Espejo – Matías Walker – Soledad Lucero – Gustavo
Paulsen - Enzo Pistacchio – Gonzalo Duarte
En segundo lugar, corresponde replantearnos
la eficacia de las lógicas de control en las fronteras que han demostrado ser
ineficaces para contener la decisión de quienes, en forma desesperada, buscan
la seguridad y prosperidad de ellos y sus familias.
Por último, nos parece que Chile no debe
permanecer impávido frente a este drama que, aunque lejano geográficamente, nos
afecta en forma directa, por un lado al recordar los miles de compatriotas que
en diversos momentos de nuestra historia han necesitado – y recibido – la
protección y solidaridad internacional; pero también, porque en nuestro país
contamos con una cantidad cada vez mayor de personas migrantes que debemos
estar en condiciones de acoger.
3.- En Chile, y en términos absolutos, la
comunidad de inmigrantes es la más numerosa que ha existido en nuestro país a
lo largo de la historia y está compuesta por más de medio millón de personas.
Al mismo tiempo, existe una comunidad de más de mil refugiados a los que
nuestro Estado se ha comprometido a brindar la protección que por diversos
motivos no les es brindada en sus países de origen
En materia de reasentamiento humanitario, 598
personas han sido traídas en el marco de programas de este tipo, algunos de las
cuales son reconocidos como ejemplo en términos de inclusión y acogida, como
ocurrió con el grupo de refugiados palestinos que llegó a Chile el año 2008 y
cuyos beneficiarios, recién hace dos meses, recibieron su nacionalidad chilena.
Así, es claro que en Chile la migración y la
protección del refugio son una realidad presente que, como Estado, debemos
asumir con realismo, responsabilidad y dignidad en su tratamiento.
Con realismo, porque es evidente el fracaso
de las políticas restrictivas y represivas, que solo han provocado vulneración
de derechos, irregularidad migratoria y perjuicios a la comunidad nativa. Con
ello, no se aprovecha la gran oportunidad que la migración significa desde el
punto de vista social, económico y cultural. Los países se favorecen con la
migración al permitir ésta satisfacer las necesidades de contar con una
población económicamente activa, pero sobre todo al reforzar la
multiculturalidad, lo que hace innegable su aporte a la convivencia democrática
y al desarrollo. Aprobado en Consejo Nacional de 07/09/2015; Directiva Nacional
PDC - Presidente: Jorge Pizarro; Vicepresidentes: Carolina Goic - Yasna
Provoste – Sergio Espejo – Matías Walker – Soledad Lucero – Gustavo Paulsen -
Enzo Pistacchio – Gonzalo Duarte
Con responsabilidad, porque las medidas y
políticas que adoptan los países determinan la fisonomía sociocultural de sus
pueblos por lo que, dadas las características de nuestra inmigración que es
regional, diversa y contributiva al desarrollo, debe ponerse el acento en
políticas que permitan la regularización de la población inmigrante. Ello ayuda
a la integración regional y a la reciprocidad de trato a los cientos de miles
de migrantes chilenos que habitan en el continente.
Y con dignidad, porque Chile no puede
desatender la íntima relación que tiene en sus orígenes y en su historia con el
aporte de la migración en su construcción nacional. Del mismo modo, un país que
hace sólo 40 años vio a sus nacionales siendo recibidos por países hermanos, no
puede renunciar hoy al compromiso moral que ello significa en el tratamiento
que damos a otros en la misma situación.
4.- Reconocemos al gobierno de la Presidenta
Bachelet los esfuerzos que ha desarrollado en esta materia y que han
significado, en primer lugar, el anuncio de una Ley de Migraciones que deberá
ser discutida en el Congreso Nacional así como la creación de un Consejo de
Política Migratoria, que asesorará en la definición de una política pública con
enfoque de derechos en la materia. En segundo lugar, en paralelo a dichas
modificaciones legislativas, y haciendo uso de los espacios que la actual norma
entrega y usando las herramientas administrativas disponibles, ha resuelto una
serie de demandas que el programa gubernamental planteaba, con lo que se ha
podido resolver varios problemas que apuntaban al reconocimiento del trabajador
migrante y a las distintas expresiones de familia existentes en nuestra
sociedad, junto a otras que buscaban facilitar el acceso a la regularización de
la condición migratoria de las personas que residen en el país.
Sin embargo, sea por la normativa obsoleta
proveniente de la Dictadura que aún regula la materia así como porque como
sociedad aún no asimilamos los desafíos y complejidades que un país
multicultural y diverso significa, subsisten situaciones que hacen dificultosa
la inserción e integración de las personas migrantes por lo que, al mismo
tiempo que nos sorprendemos y horrorizamos por lo que pasa en Europa, debemos
reflexionar y asumir la realidad de las personas que, igualmente desesperadas y
necesitadas, ya se encuentran en Chile como migrantes y refugiados. Aprobado en
Consejo Nacional de 07/09/2015; Directiva Nacional PDC - Presidente: Jorge
Pizarro; Vicepresidentes: Carolina Goic - Yasna Provoste – Sergio Espejo –
Matías Walker – Soledad Lucero – Gustavo Paulsen - Enzo Pistacchio – Gonzalo
Duarte
5.- Es
a partir de estas consideraciones que, como Democracia Cristiana, nos parece un
deber declarar lo siguiente:
a) Convocamos al pueblo chileno a mirar, con
la misma empatía y solidaridad, la situación de quienes hoy en Europa conmueven
los corazones de todo el mundo, con la de aquellas personas que, en nuestra
cotidianidad y en nuestras ciudades, tenemos oportunidad de acoger e integrar.
Pensamos que lo que podemos hacer para aliviar el sufrimiento de quienes lejos
necesitan ayuda no debe hacernos olvidar los compromisos pendientes que tenemos
con los que ya se han hecho parte de nuestro país.
b) Solicitamos al Gobierno que encargue el
estudio de una iniciativa de reasentamiento humanitario para familias
refugiadas provenientes de Siria que satisfaga los estándares que han tenido
las experiencias anteriores.
c) Apoyamos al Gobierno de la Presidenta
Bachelet en la necesidad y oportunidad de iniciar el debate de una Ley de
Migraciones con un enfoque de derechos, y comprometemos a nuestros
parlamentarios, técnicos y dirigentes sociales para hacer en ella los aportes
que permitan transformarla en la herramienta que procure al mismo tiempo una
gestión eficiente y comprensiva de la migración adecuándola a las necesidades
estatales, y las garantías suficientes que velen por el respeto de los Derechos
Humanos de quienes llegan a residir a nuestro país.
#Iquique
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