Las compañías tendrán
que cumplir con un decreto del Ministerio de Salud para medir sus riesgos
psicosociales e intervenir en éstos. Su función principal es prevenir la
ocurrencia de enfermedades profesionales de salud mental entre los
trabajadores. De no aplicar el protocolo arriesgan multas que pueden llegar
hasta las 2 mil UTM.
En el trabajo no
solo estamos expuestos a riesgos físicos o propios de nuestras tareas laborales,
también existen los llamados riesgos psicosociales, definidos como un hecho,
acontecimiento, situación o estado que es consecuencia de la organización de
nuestro trabajo, que lleva a una alta probabilidad de afectar nuestra salud,
especialmente la salud mental. Es decir, contextos laborales que pueden dañar a
los integrantes de una organización, física, social o mentalmente.
Es por esto que a
partir de septiembre todas las empresas deberán implementar un protocolo para
evaluar los riesgos psicosociales a más del 70% de sus trabajadores, a través
de un cuestionario que categorizará el nivel de riesgo en la empresa. La marcha
blanca de este proceso comenzó en 2013, con empresas del área retail,
transportes y banca.
Daniela Campos,
jefa técnica del Departamento de Riesgos Psicosociales de la Asociación Chilena
de Seguridad (ACHS), asegura que este tema es muy relevante,
porque solo por el hecho de trabajar estamos expuestos al riesgo
psicosocial. “El protocolo implica un giro en el tema de la salud
de los trabajadores, en el sentido de que además de prevenir los accidentes
físicos y químicos, las empresas se están preocupando por la salud mental”,
indica.
Cuando
hablamos de riesgo psicosocial hablamos de la percepción que el trabajador
tiene sobre su medio ambiente laboral y muchas veces esa opinión también es
mediada por temas cotidianos. La profesional dice que los trabajadores no son
conscientes de que existe tal riesgo, ya que no hay información al respecto, ni
siquiera se les enseña a los profesionales de la salud. “Esto es distinto a una
encuesta de clima, no solo se enfoca en cómo está el trabajador, cómo se
siente, lo contento que está, sino qué está haciendo su empresa para que el
trabajador esté contento. Las organizaciones tienen que velar porque sus
trabajadores estén mejor”, señala Campos.
Entre sus
consecuencias, cuando un trabajador está expuesto de forma continua a los
factores de riesgo psicosociales puede provocar estrés, desmotivación y
diversos problemas de salud, que producen ausentismo, licencias repetidas y
disminución de la productividad.
Las
sanciones que comprende este protocolo no se aplican si el riesgo de una
empresa aparece alto, porque la idea es detectarlo, trabajar en ello y mejorar.
La multa se imparte si no se hacen estas evaluaciones. En primera instancia las
sanciones van desde 1 a 1.000 UTM y en segunda de 2 a 2.000 UTM.
La
ACHS ha realizado seminarios en Santiago y regiones al respecto, también
enfocándose en distintos rubros para informar y generar conciencia. Así mismo,
existen cursos que las empresas pueden solicitar, e-learning, folletería,
videos, afiches, entre otros. “Tenemos mucho material y alternativas para
sensibilizar y educar tanto a trabajadores como a empresas. La ACHS ha sido
precursora, desde 2011 trabajamos en riesgo psicosocial, antes de que comenzara
la marcha blanca del protocolo en 2013, por lo que estamos seguros que podemos
generar un cambio y mejorar la vida de muchos trabajadores”, dice Campos.
Riesgo psicosocial en Chile
En
Chile tenemos un alto nivel de riesgo psicosocial, provocados por temas que van
desde la doble jornada laboral de la mujer hasta situaciones de acoso de
diversa índole. Según la Encuesta Nacional de Empleo, Trabajo y Salud, los principales síntomas o problemas de salud declarados por los
trabajadores se refieren al ámbito de la salud mental, destacando la sensación
continua de cansancio con un 30,3%. Le siguen los problemas físicos: molestias
oculares en primer lugar (16,9%) y la tos o dificultad respiratoria con un 8,6%
en segundo lugar.
Durante los
últimos 12 meses, el 38.3% de las mujeres tiene sensación continua de cansancio
(24.9 de hombres), el 32,6% de las mujeres refiere que le cuesta dormir o
duerme mal (21.6 de los hombres), mientras el 36,4% de las mujeres sufre de
dolores de cabeza (versus el 20,8 de hombres).
El 21% de los
trabajadores refiere haberse sentido melancólico, triste o deprimido por un
periodo de dos semanas los últimos 12 meses, lo cual es significativamente
mayor en las mujeres. Los más afectados son los del grupo 45 a 64 años (24,7%).
Por otra parte, este problema es más frecuente en los grupos de menor nivel de
educación.
De los
trabajadores, un 18% de los hombres y un 21% de las mujeres dicen que la carga
de hogar - considerando las tareas domésticas, la necesidad de resolver
problemas o estar en el hogar para ello - está presente siempre o casi siempre
en sus vidas. Esto se hace más evidente al observar que un 45% de las mujeres
refiere que siempre o casi siempre debe dejar el trabajo para ir a solucionar
un problema en casa.
Los rubros más
afectados por casos de salud mental en el trabajo son la administración pública
y defensa con un 17%, seguidos por el comercio al por mayor y al por menor y
reparación de vehículo con un 16%. Por el contrario donde se presentan menores
índices es en la pesca, construcción, suministro de electricidad, gas y agua,
agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con
1%.
Dimensiones de evaluación
La
evaluación es un cuestionario confidencial y voluntario, por eso antes de
aplicarlo es importante un período de sensibilización. Las empresas deben
explicarles a sus trabajadores, con apoyo de la ACHS de ser requerido, que los
riesgos psicosociales existen y son una realidad y que participar de este
proceso es en su directo beneficio. El cuestionario debe aplicarse al menos al
70% de los trabajadores, por lo que es censal, no muestral.
“La
marcha blanca fue muy positiva para darnos cuenta de las falencias de las
empresas ante estos temas y cómo abordar a los trabajadores para
concientizarlos y que se motiven, porque en definitiva es un proceso que los
beneficiará a ellos directamente. Si se aplica bien, esto puede cambiar la vida
de muchos trabajadores del país en la forma en cómo se vive el trabajo”,
asegura Campos.
Se miden 5 factores en la evaluación de los riesgos
psicosociales:
1. Exigencias
psicológicas en el trabajo (carga de trabajo, información que se maneja, horas
de trabajo y necesidad de esconder emociones).
2. Trabajo activo
y desarrollo de habilidades (posibilidades de desarrollo que tiene el
trabajador, control sobre el tiempo de trabajo y sentido del trabajo).
3. Apoyo social en
la empresa y calidad de liderazgo (claridad y conflicto de rol, calidad de
liderazgo, apoyo social, posibilidades de relación social que brinda el trabajo
y sentimiento de grupo dentro de la empresa).
4. Compensaciones
y estima (retroalimentación por parte de superiores, inseguridad en el empleo,
perspectivas de promoción o cambios no deseados, entre otros).
5. Doble presencia
(influencia de las preocupaciones domésticas sobre el trabajo y carga de
trabajo doméstico).
¿Cómo mejorar en el tiempo?
Daniela Campos
asegura que debe existir una política de la empresa
para erradicar temas como acoso laboral o estrés por carga de trabajo, no
únicamente incorporando charlas o cursos creados para tratar estos problemas.
Los cambios deben ser profundos, implementando procedimientos de denuncias y
políticas certeras que incluyan sanciones de ser efectivas las denuncias. Los
trabajadores también tiene responsabilidad en este punto, siendo conscientes de
que una acusación sin fundamentos también puede repercutir en ellos.
Para
que este proceso perdure en el tiempo, las empresas deben tener un flujo
establecido para que se realicen reevaluaciones periódicas cada uno o dos años
dependiendo el nivel de riesgo que presente la compañía. Las empresas cambian,
de jefatura por ejemplo, y eso puede gatillar pasar de un riesgo bajo a uno
alto en un período de tiempo. Por eso es importante reevaluar constantemente.
“Nuestra
esperanza no es que aparezca riesgo bajo en Chile, sino que aparezca en alto
cuando lo está, que sea una buena medición para poder trabajar en ello y
mejorar. Hoy debemos detectarlos para mañana disminuirlos”, concluye Campos.
#Iquique
No hay comentarios.:
Publicar un comentario