El estudio de carácter regional, coordinado por CONAF
y ejecutado por una consultora externa, entregará
información precisa sobre formaciones vegetales de gran valor para la
preservación de ecosistemas.
Mantener una línea base actualizada de las
formaciones vegetales naturales y las plantaciones forestales, con el fin de
proporcionar información básica para la gestión de materias ambientales,
políticas de manejo y conservación de estos recursos, es el objetivo de la actualización
del catastro de los recursos vegetacionales de la región de Tarapacá.
El monitoreo que es impulsado y
supervisado por CONAF, estará a cargo de la consultora Biota, tendrá como base
los datos obtenidos del catastro realizado en 1997 y abarcará una superficie
aproximada de 42.225 km2., incluyendo diversos usos de suelo, tales como
terrenos agrícolas, matorrales, humedales, bosques, etc.
Julio Barros, director regional de CONAF,
resaltó la realización de este estudio de gran envergadura en el territorio
regional, además de señalar que " mantendremos un catastro forestal de
carácter permanente, que identificará y establecerá los tipos forestales
existentes en nuestra región, como bosques de queñoas, tamarugos, matorrales, cactáceas,
etc. En definitiva, podremos conocer las áreas exactas donde están estos
ecosistemas y su densidad, para poder conservarlos o preservarlos con mayor precisión”.
Para la realización de este estudio, que se
extenderá hasta mediados del próximo año, se trabajará con tecnología de punta
que entregará un alto nivel de detalle de las especies catastradas, ya que la
unidad mínima de medición será de cuatro hectáreas y de una hectárea para el
caso de bosques, áreas protegidas, ciudades y sitios de interés regional.
Al respecto, Sergio Barraza, indicó que “con
este registro se podrá hacer un trabajo más eficiente y de mayor resguardo, ya
que por ejemplo, al momento de realizar las evaluaciones ambientales de proyectos,
tendremos la información exacta de la presencia de especies en categoría de
conservación vulnerable como la llareta o de la cactácea eulychnia iquiquensis
que está catalogada en peligro”.
El equipo de trabajo encabezado por el
ingeniero agrónomo especialista en botánica y conservación de flora nativa de
la Universidad de Chile, Luis Faúndez, inició esta semana los trabajos en
terreno en la zona costera, para luego seguir en la precordillera y altiplano.
“Ya pasamos la etapa de ajuste y preparación de material base. Ahora
empezaremos las campañas en terreno donde, entre otras cosas, podremos
identificar con alto detalle la presencia de especies en categoría de
conservación con amenazas y así poder actualizar y estandarizar el catastro
regional”.
#Iquique
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