El Índice Mensual de Actividad de la Construcción (IMACON) aumentó 2,8%
anual en julio, debido al efecto de base de comparación menos exigente.
El
crecimiento mes a mes resultó menor al observado en junio pasado (0% en julio
vs 0,2% en junio), lo que técnicamente representa una pérdida de dinamismo de
la actividad sectorial en el margen. Con ello, el IMACON acumula un alza de 0,8%
en doce meses, sustentado por la ejecución de proyectos habitacionales y la
actividad en obras de mantención del stock de capital existente.
Javier
Hurtado, gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC)
señaló que “desde enero de 2013 el ritmo de crecimiento del indicador permanece
bajo su tasa promedio histórica de 4,6% anual[1],
coherente con la insuficiente rotación de nuevos proyectos de inversión en
infraestructura productiva privada y el efecto de la normalización del ciclo de
inversiones mineras hechas en años anteriores[2]”.
En el
resultado del IMACON incidió favorablemente el aumento en doce meses de la
contratación de mano de obra y el crecimiento anual tanto de la demanda de
materiales para la construcción como de la actividad de contratistas generales (CC.GG). No
obstante, esta dinámica se debe al efecto de menor base de comparación, ya que
la mayoría de los indicadores parciales del sector exhibieron desaceleraciones
o bajo crecimiento en el margen. Por su parte, la superficie autorizada para la
edificación continua retrocediendo en términos anuales, lo que podría
significar un periodo de normalización del ciclo expansivo de aprobación de
permisos realizados en 2014. En efecto, la superficie total aprobada anotó 1,36
millones de m2 en julio, ubicándose algo por debajo del promedio de
los últimos cuatro años (1,39 millones de m2), basado en la serie desestacionalizada
y expresada en trimestres móviles.
Por otra
parte, el indicador de confianza de los empresarios de la construcción (IMCE
sectorial), permanece en zona pesimista. Esta situación es análoga a la que se
desprende de las expectativas de los empresarios y consumidores sobre el
desempeño de la actividad agregada. Adicionalmente, las condiciones de acceso
al crédito continúan restrictivas por el lado de la oferta, tanto para personas
como empresas y en todos los segmentos, según la reciente encuesta de créditos
bancarios elaborada por el Banco Central. Esta situación limita el financiamiento
para la ejecución de nuevos proyectos, particularmente en los segmentos de
empresas inmobiliarias y constructoras.
Análisis de los subcomponentes del IMACON
La contratación
de mano de obra –corregida por los efectos estacionales y
calendario– registró una variación positiva de 5,2% anual en julio (versus el
aumento de 2,9% anual observada en junio pasado). Ello significó la creación de
33,9 mil plazas de trabajo en doce meses. Al descomponer el empleo en sus dos categorías
(asalariado y cuenta propia), continúa observándose un mayor incremento en los
ocupados por cuenta propia respecto de los asalariados. Particularmente, el
empleo dependiente aumentó 3,1% anual en el mes analizado, lo que significó la
creación de 14,2 mil plazas de trabajo en un año[3],
mientras que los ocupados por cuenta propia, presentaron un incremento de 10,9%
anual durante julio, es decir, se incorporaron cerca de 16,2 mil trabajadores
independientes al sector[4].
De esta forma, son los trabajadores de la categoría cuenta propia quienes explican la mayor dinámica observada en la
contratación de mano de obra.
Con relación
a la demanda de materiales para la construcción, el índice de despachos
físicos industriales –que aproxima la demanda de materiales de obra gruesa–
experimentó una caída de 0,4% anual, coherente con el bajo dinamismo de los
despachos estimados de cemento y barras de acero para hormigón. Por su parte,
las ventas de proveedores exhibieron un mayor crecimiento anual en julio
(15,2%) respecto del materializado en junio (14,6%), lo que se explica por la
ejecución de algunos proyectos orientados a la reposición de capital y a la
mayor actividad en obras de edificación habitacional. Con todo, la demanda
total de insumos para la construcción (aproximada por el promedio simple de las
ventas reales de proveedores y de los despachos físicos industriales) registra
una leve incidencia positiva en el crecimiento de la actividad sectorial.
Por el lado
de la producción, no se aprecian cambios significativos en la evolución de tendencia
de las materias cemento, barras, rejas y
rejillas, del indicador de producción industrial ligadas al sector de la
construcción. No obstante, el indicador de producción de hormigón exhibe un
favorable punto de inflexión, coherente con la dinámica del sector
habitacional. En tanto, las expectativas de los empresarios de la construcción
sobre la demanda, actividad y situación general de la empresa, continúan en
zona pesimista.
La actividad
de contratistas generales (CCGG) –medida en trimestre móvil
desestacionalizado– avanzó 5,9% en doce meses –coherente con el mayor dinamismo
del subcomponente movimiento de tierra, que experimentó un alza anual por quinta
vez consecutiva, luego de exhibir continuas variaciones negativas en su
evolución de un año. Sin embargo, la actividad de obras civiles y montaje continúa
exhibiendo tasas de variación negativas.
En tanto, la
aprobación de permisos para la edificación (medidos en m2 y
expresados en promedio móvil de tres meses desestacionalizado) continuó deteriorando
su ritmo de crecimiento anual durante julio. Según cifras preliminares, la
superficie aprobada para la edificación registró una contracción de 8,1% en
doce meses, debido al efecto de bases de comparación menos favorables.
Inacor de julio
En julio el
indicador de actividad de la construcción regional (INACOR) continúa exhibiendo
un bajo dinamismo en la mayoría de las regiones. La construcción en la zona
norte continúa frenada, en línea con el deterioro del empleo, los permisos
de edificación y los menores despachos de materiales para la construcción de
obra gruesa. El debilitado encadenamiento productivo hacia el sector
construcción, debido a la maduración del ciclo de inversiones mineras hechas en
años anteriores explica el estancamiento o desaceleración del sector. No
obstante, el mercado de viviendas nuevas sigue impulsado por el adelantamiento
de las ventas inmobiliarias, en respuesta a la futura aplicación del IVA a la
vivienda, según el Informe de percepción de negocios del Banco Central. Por
otra parte, el Informe también destaca la elevada incertidumbre de la
rentabilidad futura del negocio inmobiliario respecto de los cambios normativos
sobre el porcentaje de financiamiento hipotecario y el impacto de la reforma
laboral en los márgenes de utilidad.
En la zona
centro, el Informe de percepción de negocios destaca la escasez de nuevos
proyectos de inversión privada en construcción. Gran parte de las empresas
consultadas indican percibir retrasos en las licitaciones o asignaciones de las
obras civiles y sostienen que las obras públicas licitadas son insuficientes
para compensar el deterioro de la inversión. Actualmente, es el sector inmobiliario
habitacional el que se mantiene dinámico, aunque las expectativas son menos
auspiciosas para los próximos dos años, aludiendo que las condiciones de acceso
al crédito se han tornado más restrictivas.
Por último
en la zona sur las menores iniciativas de inversión privada han sido
parcialmente compensadas por el mayor gasto público en viviendas con subsidio.
Sin embargo, se mantiene la preocupación sobre la concreción del gasto
presupuestado tanto en materia habitacional como en obras civiles y obras de
ingeniería. En el rubro inmobiliario, se observa un mayor dinamismo solo en las
ventas de viviendas de menor valor (bajo UF 2000), según el Informe del Banco
Central.
Con todo, el
INACOR de las Regiones de Antofagasta, Atacama, O’Higgins volvieron a experimentar
contracciones durante el mes de julio. Este resultado es coherente con el
importante descenso de la superficie autorizada para la edificación, además de
la caída del empleo sectorial y la utilización del insumo cemento.
#Iquique
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