Opinión: Claudia Pascual Grau, Ministra de Sernam
El Gobierno de la
Presidenta Michelle Bachelet tiene la convicción de que es necesario impulsar
la autonomía de las mujeres -en lo político, económico y físico- para que
puedan desarrollarse integralmente y aportar en todos los ámbitos de la vida
nacional.
En este camino
avanzamos como Servicio Nacional de la Mujer este 2015, con la creación de una
institucionalidad largamente esperada por las mujeres y sus organizaciones,
como es el ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. Un ministerio
que pone las necesidades y demandas de las mujeres al más alto nivel del Estado
y nos permite aumentar las facultades para transversalizar la perspectiva de
género en las políticas públicas.
Avanzamos también
este año en una reforma histórica que eliminó el sistema electoral binominal y
lo reemplazó por uno de carácter proporcional inclusivo que incorporó el
criterio de paridad de género en las candidaturas al Congreso Nacional.
Este es un avance
importantísimo para las mujeres, que actualmente sólo tienen una representación
del 15,8% en la Cámara de Diputados y el Senado, pese a que somos el 52,7% de
la población. Con esto, desde las elecciones parlamentarias de 2017, las candidaturas
que presenten las colectividades políticas deberán respetar la proporción
que ni mujeres, ni hombres tengan menos del 40% ni más del 60% de la
composición de la lista y tenemos el desafío de lograr que más mujeres
sean efectivamente electas en estos cargos de representación.
Por otro lado abrimos
un debate que la sociedad chilena había esperado por más de 25 años y que
cuenta con un respaldo promedio de 70%, con la presentación de un proyecto de
ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales.
Se aprobó la idea de
legislar y tras su paso por la Comisión de Salud, el proyecto se encuentra en
la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Esta
iniciativa abre opciones a las mujeres, sin imponer decisiones, garantiza
acompañamiento y prestación de salud, entregando una respuesta a quienes
enfrentan un embarazo donde su vida corre riesgo, donde existe inviabilidad
fetal letal o que ha sido producto de una violación.
Como Sernam además
hemos fortalecido los enfoques de autonomía económica de las mujeres, a través
del Programa Mujer y Trabajo. Con el Programa Mujeres Jefas de Hogar llegamos a
mujeres de diversos territorios del país, de zonas tan distintas como Putre o
Puerto Natales.
Impulsamos las Buenas
Prácticas Laborales con Equidad de Género, invitando a gerentes directivos de
empresas y a sindicatos a convertirse en Agentes para la Igualdad de Género, y
difundimos estas ideas en seminarios y talleres en todo el país.
Promovimos la
corresponsabilidad, contribuyendo al cuidado de los hijos e hijas para que las
mujeres puedan estudiar y/o trabajar. Apoyamos y acompañamos las
iniciativas de emprendimiento a través del programa Mujer, Asociatividad y
Emprendimiento.
Asimismo, dimos pasos
concretos para proteger a las mujeres que viven violencia y erradicar este
problema de nuestra cultura. Al terminar este año, vamos a contar con 8 nuevas
Casas de Acogida y 6 nuevos Centros de la Mujer habilitados, con lo que
buscamos mejorar la cobertura territorial y la atención, protección y
reparación integral que ofrecemos a las mujeres que viven violencia.
Pero además hemos
puesto nuestros esfuerzos en la prevención, pues sabemos que necesitamos llegar
antes, ya que en promedio las mujeres demoran 7 años en denunciar a quienes las
violentan. Por eso implementamos el Programa de Formación de Monitoras y
Monitores, dirigentas y dirigentes sociales en Prevención de Violencias contra
las Mujeres. Más de 1.400 personas se capacitaron y el 2016 continuaremos
ampliando esta cifra en nuevos territorios.
Por otro lado, en el
Programa de Mujer, Participación y Ciudadanía descubrimos que los
conversatorios y talleres eran muy esperados por las mujeres. Por eso hemos
fomentado la autonomía política y la participación social de las mujeres
dándoles herramientas para que puedan ejercer sus derechos. Las mujeres
son las que más participan en organizaciones territoriales y en partidos
políticos y el desafío es que puedan incorporarse a los espacios de toma de
decisión política, económica, social y cultural.
Esperamos que este
trabajo allane el camino para el proceso de diálogos participativos que dará
origen a las bases de una nueva Constitución, para que las voces de las mujeres
estén representadas en la nueva carta fundamental e incorporados los contenidos
que garanticen la efectiva igualdad entre hombres y mujeres.
El 2016 seguiremos
dando cumplimiento a la Agenda de Género del Gobierno de la presidenta Michelle
Bachelet, para avanzar en el objetivo central del programa, que es acortar las
brechas de desigualdad del país.
#Iquique
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