El Frente de Profesionales y Técnicos del PDC
declara: Un nuevo año comienza; debemos enfrentarlo juntos con esperanza. Antes
dijimos con orgullo: Soy Demócrata Cristiano. Hoy estamos obligados a
preguntarnos:
¿Qué
esperan los chilenos de la DC y del gobierno, de Arica a Magallanes?
¿Qué
harían Frei, Tomic y Leighton en una situación como la actual?
La Democracia Cristiana es parte de la
cultura chilena, lograda con el testimonio y el sacrificio de muchos camaradas.
Los chilenos han confiado en nosotros. Por eso hicimos posible
las Reformas Agraria, Educacional, Laboral, en salud, en economía y en fortalecer
la organización del pueblo, que hizo grande el Gobierno de Frei Montalva. Profundizaron
dichos anhelos los camaradas Patricio Aylwin y Eduardo Frei R-T y los gobiernos
de la Concertación de Lagos y Bachelet. Representamos, sin lugar a dudas, una
parte importante del alma de Chile. La audacia, la política como servicio, el actuar por el
bien común, el tener siempre presente a los pobres y excluidos, la probidad
pública, el análisis profundo y agudo y los sinceros anhelos de transformación
por un Chile mejor, son la herencia que
hemos recibido y que, renovada, queremos
entregar a la actual generación y las futuras.
En definitiva, un Humanismo Cristiano que se hace concreto porque
construye un Chile grande, diverso, fuerte, justo y respetuoso.
¿Cómo profundizar
esa herencia?
¿Cómo
responder a las dramáticas interpelaciones y preguntas de la ciudadanía y de
nosotros mismos?
Escuchando a los chilenos, especialmente a
los más desprotegidos, a los adultos mayores, a los trabajadores, a las
mujeres, a nuestros pueblos originarios, a los jóvenes, a los campesinos, a
cada comuna del país, respetando su identidad, privilegiando a nuestras clases medias, a veces tan olvidadas,
que siempre han confiado en nosotros, a todos los funcionarios públicos en
todas sus áreas, a veces tan marginados y maltratados, a todos los trabajadores
y trabajadoras, a los 900 mil chilenos que viven fuera de la patria, a los
privados de libertad y a tantos otros. Debemos
a salir a las calles y a los campos a buscarlos. Tenemos que escuchar mucho,
visitar a muchos, oírlos, hacernos cargo de lo que oímos para transformarlo en
políticas públicas hechas a partir de ello, por ejemplo las farmacias
populares, y no de improvisaciones a
partir de nosotros mismos.
Frei, Tomic y Leighton, junto con nuestros
grandes camaradas ya idos, eran esencialmente hombres de escucha atenta y generosa
de cada uno chilenos/as y del alma más profunda de Chile.
Está bien que nos escuchemos entre nosotros,
por cartas y declaraciones.
Estaría mejor que escucháramos las demandas
de los chilenos que ya mencionamos.
No olvidemos nuestra doctrina. Estamos en un
VI° Congreso Ideológico y próximas elecciones municipales y parlamentarias.
Tomic tenía razón: no hay nada más grande en
el partido que el propio partido.
El partido es nuestro instrumento de escucha
permanente del alma de Chile. Y cuando dejamos de oír el alma, se pierde el
rumbo y el sentido de nuestros propios pasos.
Llamamos a cerrar filas junto al PDC y el gobierno
con serenidad, sabiduría, honesta crítica desde dentro. A este gobierno contribuimos a su triunfo y a este gobierno
estamos llamados a contribuir para
llevar a cabo su programa. TODOS
ESTAMOS OBLIGADOS A QUE RESPONDA A LAS NECESIDADES DE LOS CHILENOS Y CHILENAS.
SÓLO ASÍ PROTEGEMOS LA DEMOCRACIA.
Un saludo fraterno, seamos orgullosos de ser
demócrata cristianos y asumamos nuestras responsabilidades.
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