Organizaciones analizarán nuevo escenario.
Los pescadores
artesanales pelágicos de la Región del Biobío que, durante más de un mes, estuvieron
realizando gestiones para conseguir que se les dejara capturar sardina de
acuerdo a la realidad de abundancia del pez en el agua, recibieron un balde de
agua fría en el Comité Científico Técnico respectivo.
La dirigente Sara
Garrido, integrante del Comité de Manejo de Sardina, recordó que realizaron todos los pasos y
tareas que las autoridades les exiguieron para presentar responsablemente su
petición. La pesca artesanal cumplió ¿qué esperan ahora que hagan los
pescadores para conseguir trabajo cuando hay recurso para ello? preguntó.
De hecho, el diálogo
y trabajo se mantienen, y a las 16 horas de hoy lunes 15 de mayo los pescadores
asisten a una reunión en la Seremi de Economía para seguir revisando la
situación. Posteriormente el sector tomará algún tipo de decisión.
Las últimas gestiones
concretadas incluyeron que en representación del sector, el presidente del
Sindicato de Armadores y Tripulantes de Talcahuano, Pedro Irigoyen, expuso los
datos ante los consejeros, pero dijo que desde que
ingresó a la sesión, la actitud fue de que les escuchaban porque se lo habían
pedido, pero que ellos ya tenían decisión porque se rigen por un modelo fijo
para definir cuotas.
Entre los antecedentes que reunió la pesca e Irigoyen
presentó estuvo el de comparar 2017 y 2016:
“tenemos la misma biomasa y talla en enero, tenemos la misma cuota de sardina para ambos
años, pero el pez en 2016 era de 8
centímetros en abril , en cambio en 2017 pescamos una sardina de 10
centímetros; eso significa que las condiciones del 2017 son más favorables.
Entonces la pregunta es por qué se dio la misma cuota”.
Otro
argumento esgrimido es que tanto la sardina como la anchoveta enfrentan las
mismas condiciones ambientales, la misma flota y redes que la pescan y se usa el mismo modelo para determinar la cuota
en ambos casos. La pregunta fue por qué entonces para la sardina dan el
9% de cuota respecto a la biomasa y en la anchoveta el 42% de la biomasa.
Adicionalmente
Iirigoyen presentó la estadística de Sernapesca donde se demuestra que en 2017
las regiones Séptima, Octava y Décimo Cuarta ya han pescado su cuota, una
situación totalmente diferente a lo que ocurrió en 2016 cuando no había peces.
Le dieron explicaciones, comentó, pero no le satisfizo porque “la verdad es que no tenían respuesta a nuestros argumentos, quedaban descolocados”. A pesar de todo el comité señaló que según la forma como ellos procesan los datos que tienen éstos les entregan una verdad “intocable” y manifestaron que la ley les limita a revisar ciertos parámetros, que no ven el aspecto social.
De ahí que el trabajo que los pescadores
artesanales hicieron, durante más de un mes, recogiendo datos técnicos,
científicos, sociales, económicos y de gestiones no haya sido considerado ya
que no está en los estándares que el comité considera. Su estructura de
análisis no los incluye y no aceptan ampliar el análisis. Sólo consideran su
modelo y la biomasa que determinó el crucero de prospección de enero. La guinda
de la torta la puso la Subsecretaría de Pesca porque a las sugerencias de
Irigoyen la profesional presente en la reunión dijo que no eran necesarias ya
que como se estaba bien en la temática. En el fondo, en la Subsecretaría
central no hay preocupación ni interés por el enorme daño social de la escasa
cuota, recalcó Irigoyen.
La pesca artesanal, a
través de la dirigente Sara Garrido, integrante del Comité de Manejo de
Sardina, recordó que realizaron todos
los pasos y tareas que las autoridades les fueron recomendando para presentar
responsablemente su petición. La pesca artesanal cumplió ¿ qué esperan ahora
que hagan los pescadores para conseguir trabajo cuando hay recurso para ello?
preguntó.
#Pesca
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