Destacar
la importancia de la primera infancia, de los 0 a los 6 años, para el resto de
la vida, fue el eje central de la exposición que entregó en Iquique la
neurosiquiatra infantil Amanda Céspedes; quien llegó a la ciudad en el marco de
la conmemoración de los 10 años del Programa de Apoyo al Desarrollo
Biopsicosocial del Subsistema Chile Crece Contigo.
Durante la actividad organizada por el
Servicio de Salud de Iquique, la autora del libro Esos Locos Bajitos (Ediciones
B), remarcó que es en esa etapa, en la que se establecen redes neuronales
imborrables. “Si los padres cumplen bien su rol, el desarrollo emocional,
social y cognitivo del niño fluirá fácilmente después. En ello es esencia jugar
y reírse”.
Para la especialista, está claro que el
sistema que rodea al niño en una primera etapa de vida es muy precario
emocionalmente.
Frente a los consejos de Céspedes siempre los
más escépticos son los padres que observan con distancia la exposición ante los
constantes consejos que entrega esta mujer con más de 30 años de dilatada
experiencia en la aplicación del conocimiento neurocientífico al desarrollo
infantil, la educación, la salud y la felicidad humana. “Primero, hay que
esperar que se le pase la rabieta. ¿Cómo se logra eso? Lo tomas en brazo,
juegas con él, lo distraes y lo escuchas, tratando de decodificar lo que quiere
decir. El niño a esa edad no puede decir “me siento de tal manera”, entonces el
adulto tiene que interpretar las conductas del niño”, explica la
neurosiquiatra, quien agrega que se debe utilizar el lado más lúdico de los
niños contándoles una historia que distraiga su atención para terminar con las
odiadas “rabietas. Para Amanda Céspedes, no hacer le caso a un niño que se
manifiesta de esta forma es “hacerle un daño e ignorarlos completamente”.
Agrega que ante esta omisión por parte de sus padre o su entorno, el pequeño va
a buscar otras formas o estrategias peores para lograr obtener la atención que
necesita.
Su
pronóstico para un niño que en los primeros seis años de vida no recibe amor y
ternura es negativo desde el punto de vista del desarrollo social y emocional.
“El recelo y la desconfianza crecerán en él incluso contra sus propios padres
en los que observa una actitud cambiante. Que va a pensar un niño de un padre
que se saca su cinturón para golpearlo y que luego le dice que lo quiere.
Obviamente no va a confiar en él”.
A la actividad asistieron pediatras, matronas,
trabajadoras sociales, médicos, educadoras, sociólogos, sicólogos y enfermeras
de la red asistencial, quienes recibieron
conocimientos relacionados al desarrollo socioemocional de los niños y
niñas, permitiendo la reflexión sobre la necesidad de generar cambios en los
modelos de crianza para la construcción de una sociedad más saludable.
#Primerainfancia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario