El 12
de mayo se estrena en Iquique. Cinta que distribuye MiraDoc tendrá 3 funciones
en la ciudad.
La película dirigida por Juan Elgueta Ortiz
invita a reflexionar sobre la vida y el dolor a través del lamentable hecho
ocurrido en 2005 que terminó con la muerte de 45 jóvenes conscriptos. Enlace trailer: https://www.youtube.com/watch?v=LmKY1Kx_pW4
Han pasado casi 12 años de la tragedia de
Antuco –donde 45 soldados murieron de hipotermia- en la que es considerada la
peor catástrofe vivida por militares chilenos en tiempos de paz.
El cineasta Juan Elgueta Ortiz reconstruye
ahora las circunstancias del lamentable episodio a través de inéditas imágenes
de archivo de los jóvenes dos meses antes de su muerte y de testimonios de sobrevivientes
y familiares. Así, compone un infierno blanco en el que, entre reflexiones y
nuevas luces, también detalla cómo funciona el proceso de la hipotermia a
través de un didáctico cortometraje.
Blanca
Oscuridad
forma parte de los estrenos del programa MiraDoc, que es financiado por el
Programa de Intermediación Cultural, Convocatoria 2016; y el Fondo de Fomento
Audiovisual, Convocatoria 2016; del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
La cinta recorrerá un circuito de salas a
nivel nacional y en Iquique el estreno está programado para este viernes 12 de
mayo a las 20:00 horas en el Centro Cultural Doña Vicenta (Esmeralda 743). Las
dos funciones siguientes están fijadas para el 19 y 26 del presente mes, a la
misma hora. La entrada general vale $1.000 y $500 para estudiantes y personas
de la tercera edad (ambos con credencial).
Una
tragedia que se no debe olvidar
La tragedia de Antuco es uno de los episodios
más recordados por la memoria colectiva chilena reciente. Ocurrida el 18 de
mayo de 2005, difícilmente se borrará de la memoria de un país que durante ese
fin de semana largo, siguió a través de los medios lo que parecía la crónica
una muerte anunciada. Confirmada la muerte de los 44 jóvenes conscriptos y un
sargento, se decretaron tres días duelo nacional, que conmovieron al país
entero.
El origen de Blanca Oscuridad se remonta a la ópera “Viento Blanco”, de
Sebastián Errázuriz. “Mis amigos Felipe y Rodrigo Ossandón me pidieron realizar
un documental sobre la composición, escritura y puesta en escena de la ópera.
Esta fue realizada para la conmemoración de los 150 años del Teatro Municipal
de Santiago y relataba la historia de la tragedia de Antuco”, cuenta Elgueta. “Fue trabajando en ese
documental, ‘Huellas en la Nieve’, que me fui sumergiendo en la historia de
esta tragedia y me fui dando cuenta que ya habían pasado 5 años. Aparte de las
noticias y uno que otro programa de TV, nadie había producido un documental que
abordara esta historia desde una perspectiva más profunda y menos mediática,
que lograra impedir que se olvidara rápidamente, como el Estado así pretendía”.
El director agrega que las historias que
algunos de los sobrevivientes "me contaban de su experiencia post tragedia
me hicieron recordar la mía tras un accidente automovilístico que tuve a mis 21
años y que casi me cuesta la vida”, confiesa. “Poco a poco me empecé a sentir
de alguna manera conectado con sus vivencias, lo que le dio mayor sentido a mi
necesidad de meterme en este proyecto".
“En el fondo, Blanca Oscuridad habla sobre jóvenes que, para hacer reales sus
sueños o simplemente huir del letargo de la pobreza, concentran sus vidas en la
carrera militar, una existencia alternativa con el fin de cambiar sus destinos
que parecen irreversibles”, indica el director.
El
proceso de rodaje duró 5 años
El proceso de investigación se realizó en Los
Ángeles con el contacto de las familias de reclutas fallecidos y
sobrevivientes.
“Íbamos a marchas, conmemoraciones y
velatones, en las cuales tanto las familias de fallecidos como sobrevivientes
buscaban tener respuestas de lo sucedido, agruparse, como también buscar
indemnización, tratamientos sicológicos o simplemente una empatía por parte del
Estado de Chile”, agrega el realizador. “Y en estos eventos era donde conocimos
a nuestros personajes y a quienes nos ayudaron en la investigación.
Para el director era importante hacer un
documental que no tuviera como misión buscar culpables, dar datos judiciales y
enfocarse en el melodrama, sino que desarrollar una perspectiva más filosófica
de la condición humana. "Buscábamos una reflexión en nuestra sociedad
sobre la manera en que hoy en día lidiamos con este tipo de eventos y que, en
mi opinión, debido al mundo en el que vivimos, siempre impera el ‘tenemos que
seguir adelante’, ‘sin detenerse’, ‘no parar’. Lo que no nos da cabida a tener,
aunque sea por un momento, la posibilidad de vivir el dolor sin presiones y sin
culpas".
FICHA TÉCNICA
Dirección y guión: Juan Elgueta Ortiz
Válvula Films Ltda.
Producción: Adriana Silva
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