CONAF analizó las amenazas y está diseñando estrategias para
conservar esta especie protegida que habita en Tarapacá y otras dos regiones
del país.
Aportar información actualizada,
definir objetivos, líneas de acción y actividades para la recuperación de la
especie, son parte del trabajo de la elaboración del Plan Nacional de
Conservación de la Vicuña Austral que está desarrollando CONAF.
El documento de planificación, que está en su fase
final, entrará en vigencia el próximo año y será un relevante instrumento para
contribuir a la conservación de la diversidad biológica con énfasis en esta
especie que está seriamente amenazada y, que en nuestro país, está presente en
áreas silvestres protegidas y otros sitios de alto valor ecológico.
La vicuña austral (Vicugna
vicugna vicugna) es una de las dos subespecies en que se divide la especie Vicugna vicugna del género Vicugna. Este camélido habita en el
altiplano andino de América
del Sur y en nuestro país está presente en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama,
siendo catalogada en estado de conservación en peligro.
Si bien el año 2003, CONAF presentó un plan de
conservación para la vicuña, éste no tenía una diferenciación de las dos
subespecies que existen en nuestro territorio, explicó Moisés Grimberg, de la
gerencia de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF. “En la vicuña norteña o mensalis, se ha potenciado un trabajo de
manejo sustentable. No obstante, tenemos esta subespecie que está en una
condición más compleja de conservación, en la cual se estima la existencia de
dos mil ejemplares en las tres regiones en las cuales habita en nuestro país.
De ahí surge la necesidad de visualizar su condición”.
De esta forma, y con el apoyo de investigadores,
académicos, ONG´s y servicios públicos, durante este año CONAF ha estado
trabajando en la elaboración de un plan de conservación para la vicuña, el cual
está en su etapa final, y que incluirá las principales amenazas y estrategias
para su preservación.
“Hemos
identificado 11 amenazas directas, de las cuales, las más complejas, son la
extracción de agua que se hace en el territorio altoandino. Otra amenaza
relevante es la presencia de burros que genera competencia con esta especie. Y
una de las amenazas más puntuales tiene que ver con la caza furtiva, sobre todo
en sectores fronterizos”, señaló Grimberg.
Otra de las consideraciones de este plan, será el fomento de
la investigación sobre esta especie con la finalidad de acortar la brecha de
información existente. Finalmente, se incluirán estrategias para abordar cada
una de las amenazas identificadas.
“Hemos
discutido estrategias que son de carácter transversal, como la educación
ambiental que debemos trabajar con todos los actores, entre ellos la comunidad
aledaña, trabajadores de mineras y transportistas que realizan su tránsito por
el sector altoandino. Tenemos otras estrategias que están relacionadas con
mejorar la coordinación interinstitucional”.
Julio
Barros, director regional de CONAF, destacó la realización de este instrumento
y del aporte de profesiones de la región, junto con indicar que “el próximo año
podremos implementar las estrategias que hoy se están afinando y, que
esperamos, contribuyan a generar conciencia en la comunidad sobre la
importancia de esta especie y que podamos ejecutar acciones para su
preservación”.
#Conaf
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