A través de la vacunación de perros domésticos, se
quiere disminuir los impactos negativos que generan en la fauna silvestre del
Parque Nacional Volcán Isluga.
Con la
colaboración de académicos y estudiantes de la facultad de Ecología y Recursos
Naturales de la Universidad Andrés Bello, se realizó un operativo tendiente a
disminuir las amenazas que enfrenta la fauna nativa en el Parque Nacional
Volcán Isluga.
La actividad se
enmarcó dentro del programa de Control de Amenazas de CONAF, que desde el 2015
se ejecuta en este parque, el cual busca implementar la normativa para el
manejo de perros y otras mascotas en las áreas protegidas para desincentivar su
presencia, además de fomentar la tenencia responsable en visitantes y
poblaciones aledañas.
En el operativo se
atendieron 49 perros domésticos cuyos propietarios son habitantes de poblados
insertos o aledaños al parque, tales como Enquelga, Escapina, Central Citane,
Cotasaya, Chusmiza, y Chiapa, además de los centros urbanos de Colcahe y Huara.
Los perros
asilvestrados y domésticos son una de las principales amenazas de especies
nativas como guanacos, vicuñas y zorros, a quienes los perros atacan, depredan
y transmiten enfermedades infecciosas.
Por este motivo, la atención consistió en un control sanitario de la población canina, para luego ser inmunizados
y desparasitados. Además, se extrajeron muestras de sangre de los perros para
el estudio y análisis de enfermedades, junto con entregar información sobre
tenencia responsable a los propietarios.
Sebastián García, administrador del Parque Nacional
Volcán Isluga, explica que “a través de estas acciones queremos abordar esta
problemática, que no es sólo ecológica sino que también social. Ante ello,
hemos involucrando a los habitantes del sector, para concientizarlos sobre los
impactos negativos que la tenencia de perros puede ocasionar en un área
protegida”.
La segunda parte del operativo se basó en una
campaña de muestreo de carnívoros silvestres, para lo cual se activaron 18
puntos de trampeo, que fueron revisados diariamente, además de la instalación
de cinco cámaras trampa. De esta actividad se logró la captura de diez chingues
y un gato colo colo, que fueron monitoreados para analizar la presencia de
enfermedades caninas transmitidas por vectores en perros y zorros silvestres.
Julio Barros, director regional de CONAF, destacó la colaboración de la
universidad en este programa, junto con indicar que “tenemos un conjunto amplio
de impactos negativos que están produciendo daños sobre la integridad ecológica
del sistema. Por eso, estamos fomentando la tenencia responsable y entregando
recomendaciones para ayudar a que nuestra fauna nativa esté libre de amenazas”.
Finalmente, CONAF
entrega una serie de recomendaciones para evitar impactos negativos en la fauna
silvestres, tales como no liberar ni abandonar perros y gatos en ciudades,
campos o ambientes naturales. Igualmente, no ingresar con mascotas a parques
nacionales y otras áreas protegidas, y por último, si utiliza perros en
actividades ganaderas, no dejarlos libremente.
#Conaf
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