Se nos
fue un modelo de ciudadano humanista y
tolerante: Adiós Pablo…
Por:
Héctor Rojas Cabrera, periodista, Universidad del Norte, Magister en pedagogía
universitaria.
Mantuve una amistad con él por 44 años, desde
cuando llegué a esta noble ciudad en el año 1974 a radicarme y formar mi propia
familia, luego de terminar mis estudios en la universidad.
Fue un privilegio haberlo conocido, por sus
principios y valores que practicaba. Fue un humanista, noble, austero,
tolerante y fraternal, de verdad. De esos pocos que practican lo que predican.
Alejado de los extremos.
Iquique tuvo el privilegio también de tenerlo
entre sus vecinos. Recordemos en esta ocasión que fue el impulsor de la campaña
para que el Hospital Regional contara con un scanner tan necesario para la
época. Así era don Pablo un hombre, un ser humano entregado al servicio de los
demás.
Fue de esos seres humanos que ya no aparecen.
SU
VIDA…
Nació en Santiago el año 1934. Llegó a
Iquique a los 21 años a probar suerte y se quedó para siempre. Formó una
familia ejemplar, con su noble y compañera de toda una vida Mireya Tapia,
profesora normalista, que si bien no nacieron en la ciudad, hicieron grandes aportes a esta generosa tierra, y lo
que es más importante en forma anónima, silenciosa, sin aspavientos ni
grandilocuencias. Era su forma de ser y el de su familia. Tuvieron tres hijas
Sara, Marta y Paola, brillantes ingenieras las tres.
Hijo de padres sirios, que llegaron a Chile
después de la I Guerra Mundial, como refugiados, formando un humilde hogar.
Pablo era el mayor de tres hermanos. Se educó
en la Escuela República de Brasil en el Barrio El Matadero de la capital,
una escuelita pública, terminando sus estudios en el Instituto Nacional.
EN
IQUIQUE…
Trabajó durante 10 años en la Pesquera
Cavancha y luego otros 12 en la Pesquera Tarapacá y finalmente abrió el famoso
Lavaseco King Service en la tradicional calle de Thompson con Vivar. Allí era
común verlo atender con prolijidad, con sencillez, con amabilidad a cuanto
personaje y familia iquiqueña llegaba hasta este famoso local, a dejar sus
prendas para la limpieza.
En nuestra ciudad muchas fueron las
organizaciones que tuvieron el privilegio de tenerlo entre sus filas. El Rotary,
donde fue su presidente; la Masonería, donde ocupó los más altos cargos;
siempre ayudó al voluntariado de las damas iquiqueñas de la Cruz Roja, y de
todas las existentes; fue un activo dirigente de la Cámara de Comercio e
Industrias de Iquique, a la que dedicó gran parte de su vida.
Como presidente de la Cámara de Comercio e
Industrias de Iquique, entre los años 2000 – 2010, organizó y presidió
innumerables instituciones. Fue un avanzado y visionario dirigente gremial y
empresarial, integrante de múltiples delegaciones que abrieron el mercado del
noroeste de Argentina participando en sucesivas ferias de FERINOA, el mercado
de Paraguay y Bolivia. Recibió el reconocimiento en vida a su ejemplo de
dirigente por parte del Colegio de Periodistas y otras organizaciones sociales.
MASONERIA…
Pablo Daud Saguer fue un distinguido vecino
iquiqueño, avecindado en nuestra ciudad por más de 63 años, con 55 años de matrimonio con la distinguida
dama de la ciudad Mireya Tapia, quién en su larga trayectoria, además, integró
la Masonería de Iquique.
ALCANZÓ LOS MAS ALTOS GRADOS EN LA MASONERIA EN TARAPACÁ Y EN CHILE.
Fue Venerable Maestro durante los años 1988 - 1989 - 1990. Fue representante
en Tarapacá del Soberano Gran Comendador que dirige los grados del IV
al XXXIII. Fue el segundo masón
iquiqueño, que llegó al grado 33 en los años de Masonería chilena en Iquique.
Venerable Maestro en sucesivos periodos de la Resp. Logia José Victorino
Lastarria N°53, estudioso de la realidad iquiqueña, con amplios conocimientos
de la historia local, y dueño de una memoria privilegiada.
SUS
ORIGENES…
De padres sirios, nos contaba en numerosas
tertulias don Pablo, que ellos llegaron a Chile después de la I Guerra Mundial,
como refugiados, formando un humilde hogar en la capital, donde se dedicaron al
comercio y a educar a sus hijos. Nos contaba que su hogar era muy humilde y
sencillo donde sus padres debieron esforzarse para progresar. Don Pablo es el
mayor de tres hermanos. Estudió, como buen masón, en la Escuela Pública
República de Brasil del Barrio Matadero en Santiago, terminando sus estudios
secundarios en el Instituto Nacional.
DEPORTISTA…
A los 15 años era jugador del desaparecido Club Profesional
Green Cross y en la ciudad vistió los colores del deportivo Cavancha y de
varios clubes locales.
SU
PARTIDA…MI DESPEDIDA…
Don Pablo: amigo mío hasta la
eternidad:
Las enfermedades transcurren primero
lentamente por nuestro rostro, por nuestro cuerpo y luego, desvestido de piedad, éstas aceleran su fatal proceso, deseando causar
mayores estragos, deseando absorber nuestra
vida, cuerpo y mente.
Cada día huyen de nosotros nuestra vitalidad,
la lucidez y energías que en otros tiempos nos sonreían. Inútilmente nuestros
órganos respiratorios osan aspirar ese aire necesario que requerimos para
continuar viviendo, no quería verte sufrir Pablo, pero me imagino que en tus
últimos días hubo algo de dolor, la palidez de tu semblante no era la misma...
¡No quería que te fueras de este
mundo!. Pablo te necesitábamos por mucho más tiempo junto a nosotros. Nos
enseñabas mucho, eras un ejemplo y modelo en todo lo que emprendías, nunca un
mal gesto, una mala palabra, todo en ti era bondad… Sé que tú también deseabas
permanecer en este mundo junto a nosotros por más tiempo, para compartir
con tus queridos familiares, hijas, nietos y amigos y con todo lo que tanto
amabas, tal como lo hacía día a día al concurrir al Ciocolatta.
¡Oh, Dios, como lamento tu partida!
Pablo descansa en Paz…
#Pablo Daud
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