domingo, marzo 18, 2018

Pampinos impresionados al recorrer la pulpería de la Salitrera Humberstone con esculturas a gran escala dan vida y realismo

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Que lucen tal como en plena actividad salitrera y abastecía al Cantón Nebraska

Más de 2.300 metros cuadrados constituyen el edificio de la Pulpería de Humberstone, que en pleno auge de la actividad salitrera, atendía a todas las oficinas que integraban el Cantón de Nebraska. Constaba de una carnicería, verdulería, panadería, tienda-bazar, entre otras dependencias, las que hoy, tras un proceso museográfico, lucen tal cual como eran en el pasado. Por eso, las palabras que se repetían, durante la visita que acaban de realizar grupos de pampinos, es la de “volver al pasado”, “retroceder en el tiempo”, “está igual como cuando venía a comprar”. Sin duda que vivieron momentos de magia y de realismo.

La visita, tanto a la Pulpería como a lo que fuera la Biblioteca, donde hoy se levanta la muestra permanente sobre la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, fue organizada por la Corporación Museo del Salitre (CMS), con el propósito que sean los pampinos, los que hagan el circuito. Sin duda, la prueba de fuego para verificar si la propuesta cumple con el objetivo. Y sin duda lo logró, considerando sus reacciones.

La construcción original de la Pulpería data de 1938. Fue el centro de abastecimiento de otras oficinas y campamentos mineros, llegando incluso, a producir hielo. También contó con una panadería que distribuyó el esencial alimento pampino, a todo el Cantón de Nebraska. De allí que se considere como un edificio emblemático que recoge las tradiciones comerciales pampinas, que permite comprender y magnificar un proceso histórico, singular y único de comercio y transferencia de bienes, de manera muy particular, según explicó Silvio Zerega Zegarra, Director Ejecutivo de la CMS.

La pulpería impresiona al visitante debido a su magnífica estructura y a la operatividad que tuvo en su época de funcionamiento, durante el auge de la industria del salitre. Y Hoy, restaurada, la impresión es mayor.

Por ello, La Corporación Museo del Salitre pensó siempre en recuperar este histórico edificio, dañado por el paso del tiempo y los constantes sismos. De hecho, ha soportado 3 terremotos, sobre los 7 grados, lo que implicó un esfuerzo mayor, para recuperarlo.  Las obras realizadas consistieron en la consolidación estructural y rehabilitación de espacios dañados, para luego seguir con la museografía.

Su habilitación permitió restaurar 2.305 metros cuadrados, incluyendo la consolidación estructural del edificio y la rehabilitación de espacios dañados. Esta rehabilitación integral y estilística, le devuelve la integridad física y permite conservar sus características constructivas, resguardando su autenticidad. Además, de preservarla para el tiempo actual y futuro.

Para materializar este viejo sueño de la comunidad pampina, hubo aportes del GORE Tarapacá, mediante FNDR; Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, a través de Sernatur.

Centro de interpretación
El Edificio hoy alberga, tras las dependencias típicas de la Pulpería, que se mantienen como antaño lo que es el Centro de Interpretación del salitre, consistente en  distintas  salas temáticas. Luego de pasar las dependencias de lo que fuera el gran centro comercial salitrero, por un pasillo con una línea de tiempo, se accede a las diferentes salas y que posibilita el acceso al conocimiento de manera didáctica.

Lo mismo ocurre con lo que es la Pulpería en sí, con sus distintas secciones, las que, junto con recrear los espacios con particular singularidad de los detalles y movimientos, protagonizan escenas, con figuras a gran escala diseñadas y esculpidas por el artista arequipeño, Fredy Luque, conocido internacionalmente por la calidad de su obra.

Pero no se trata sólo de esculturas, sino que tiene una serie de detalles, constituyendo junto a otros elementos complementarios, este realismo, que pareciera estar en el pasado

Opinión de los pampinos
Aurora Marroquín, 83 años, del Campamento Don Guillermo: “Estoy sorprendida, está casi igual como era en la pampa. La figura del carnicero que vende, parece tal real, es igual que una persona. Me emocionó mucho la visita, porque cuando era niña venía de visita a Humberstone y veníamos a comprar a la Pulpería”.

Irma Vaina, de Don Guillermo: “Veo que todo está precioso. Me impactó la maqueta (Diorama) de la calichera, porque así era. Se muestra cómo trabajaban los pampinos. Siento mucha emoción”, dice acompañada de su esposo que también observa, impactado.

Ricardo González: “En ese tiempo, lo mejor era la Pulpería, sobre todo la Pulpería de Humberstone. Acá venía gente de muchas oficinas; yo venía desde Alianza. Lo que veo ahora es muy natural, igual como era en ese tiempo. Estoy impactado”.

Eleazar Delgado, de Kerima: “Venía todos los domingos a Humberstone y el paso por la Pulpería era obligado.  Al recorrerla ahora, me impresionó ver la réplica de la calichera. Mi padre me llevó a la faena cuando tenía a los 8 años y esto es igual. Está muy bonito porque refleja la realidad de lo que fue”.

Isabel Vera: “Está igual como era! Mi abuela me traía para que la acompañara a comprar. Siento mucha nostalgia; esto es muy mágico, impresionante. Es como que estuviera en ese tiempo”.

Ernesto Plaza, de la Oficina Alianza: “Las pulperías eran igual en todas las oficinas, era el mismo sistema, la misma forma. Ahí se compraba de todo, el pan, carbón. Por eso ahora, cuando uno llega acá se recuerda de toda la vida en la pampa. Me siento feliz que se rescate nuestra cultura”.

Gludimy Fernández, nació en Humberstone: “Es impresionante recorrer todo y encontrarse con el pasado, con mis raíces. Cuando tú vas viendo, te dejas llevar hacia el pasado. Es maravilloso estar acá”.

Carlos Rodríguez, de la Oficina Victoria: “Me siento emocionado de ver esta pulpería como era antes”.
#Pulperia

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