“Estas aves, que tenemos entendido han sido consideradas como una plaga por las autoridades, ocasionan una serie de inconvenientes en el ámbito eléctrico que se traducen en una serie de cortes imprevistos del servicio de electricidad”, precisó Pablo Valdés, Gerente de Operaciones (s) de Eliqsa.
El ejecutivo insistió en que de suma prioridad que las autoridades pertinentes generen un plan de manejo para intentar erradicarlos de puntos que son neurálgicos y en donde al fuerte olor del excremento se une las complicaciones que ocurren en el sistema eléctrico cuando estas aves impactan líneas de media y baja tensión.
“Han sido cuantiosos los recursos que la compañía ha debido invertir en los últimos años para acondicionar las instalaciones eléctricas a fin de minimizar los problemas de cortocircuitos producidos por los patios yecos. Por este motivo, consideramos indispensable que este tema sea tratado por la autoridad a la brevedad”, dijo Valdés.
El profesional argumentó que “nos sentiríamos muy agradecidos de que a la brevedad puedan ser implementadas medidas que controlen el número de estas aves. Nosotros (Eliqsa) hemos impulsado podas de palmeras en las inmediaciones de nuestras oficinas en Zegers y nos hemos percatado que muchas de ellas están con un serio deterioro producto de las fecas de estas aves”.
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