En una diligencia realizada por la Unidad de
Recursos Naturales Renovables del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de
Tarapacá, se pudo rescatar un ejemplar de serpiente Boa constrictor sp., especie de la familia Boidae que en edad adulta llega a medir más
de 4 metros
de longitud.
El rescate se produjo gracias al oportuno
aviso de trabajadores de un gimnasio ubicado en el sector céntrico de la
ciudad, quienes se percataron accidentalmente de la presencia del reptil en una
de sus bodegas, dando de inmediato aviso al SAG.
El ejemplar que medía aproximadamente un
metro y medio de largo, tras su evaluación veterinaria se determinó que se
encontraba en buenas condiciones generales, verificándose además que estaba
chipeada, vale decir, que su procedencia correspondía a un criadero autorizado
para la reproducción y venta de esta especie que se encuentra protegida por la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES).
“Gracias a la lectura del chip logramos
determinar que la serpiente fue adquirida en una mascotería inscrita en el SAG,
y lo más probable es que se haya escapado de su dueño y en busca de alimentos
se albergó en un sector húmedo, donde finalmente fue encontrada”, acotó Vinko
Malinarich, Encargado Regional de Recursos Naturales Renovables del SAG
Tarapacá.
En este sentido, Fernando Chiffelle Director
Regional del SAG Tarapacá explicó que actualmente la serpiente se encuentra en
custodia temporal en un centro tenedor de fauna autorizado en la región, al
mismo tiempo, que recalcó la importancia de los cuidados especiales que deben
tener aquellas personas que optar por los animales exóticos como mascotas.
“Son animales con características especiales,
y que por tanto requieren cuidados específicos. Las boas constrictoras deben
ser resguardadas en terrarios altos y amplios, ya que se debe considerar el
bienestar del animal al mantenerlas en un ambiente que se
asemeje a su estado natural y así poder desarrollar su comportamiento normal,
pero por sobre todo, debe ser un terrario seguro, ya que estas serpientes a
pesar del cautiverio mantienen su instinto cazador, y pueden eventualmente
representar un riesgo para las personas”, recalcó.
Cabe destacar finalmente que las Boa constrictor sp. son serpientes de gran tamaño
y que se alimentan de presas vivas asfixiándolas hasta la muerte. Pueden llegar a medir más de cuatro metros y son originarias de América, desde Argentina hasta el norte de México.
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