viernes, febrero 14, 2014

TRES VERSOS PARA UNA MISMA HISTORIA

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Bernardo Yáñez Stumptner
Publicado en Diario El Longino 14 de Enero

Hace muy poco estuvieron en la Casa del Deportista y el miércoles producto de la muy buena gestión del alcalde de Pozo Almonte con el apoyo de la empresa privada que dio vida al Festival Pampa y Salitre 2014 deleitaron a más de 6.000 personas que subieron desde Iquique y se desplazaron de las comunas rurales para estar con estos auténticos embajadores culturales de América morena que cumplen 43 años.

Hay varias traducciones del origen del nombre conjunto. Kharka. Se dice que  viene del quecha cochabambino que significa "que aún necesita ser afinado" o se podría decir "en modo prueba". El nombre se usa para referirse en cosas que aun necesita ser afinado especialmente en música e instrumentos que se afinan con prueba. Pero Gonzalo Hermosa uno de los fundadores del grupo, se queda con el origen aymara y que traducido al español significa “fortaleza”.

Historia
En principio, Los Kjarkas surgió como una necesidad distractiva para sus integrantes, yendo de pueblo en pueblo con el deseo de poner énfasis en el folklore, tocaban lo que la gente pedía, "zambas argentinas", pues la música autóctona de Bolivia se quedaba en las carnestolendas (carnaval), y aún no se tenía el goce para el día a día, sin embargo poco a poco llegaron las peñas y comenzaron a hacer énfasis en ritmos más propios del país como las cuecas, wayñus o bailecitos de compositores como Simeón Roncal, Gilberto Rojas o Teófilo Vargas. Según la biografía contada por los propios fundadores, se revolucionaría el pensar y el sentir de todos los seguidores de la música boliviana, puesto que los Kjarkas comenzaron a imponer un estilo diferente, una nueva forma de interpretar la gran música boliviana que ahora es escuchada en todo el mundo.

Tras esos inicios, los integrantes abandonan el grupo y Gonzalo Hermosa refunda el grupo con los músicos Eddy Carpio, Antonio Canelas. Durante más de 10 años, Los Kjarkas se van perfeccionando en la composición e interpretación de la música boliviana. Se presentan en La Paz por primera vez en 1975, y en 1976 publican en México su primer álbum, Bolivia, con el sello discográfico Heriba. En este disco figuran nueve canciones, casi todas ellas compuestas por Gonzalo Hermosa, de las que destaca Bolivia, donde se desarrolló el primer videoclip folklórico de la historia de su país, un canto a su patria que se convirtió en un segundo himno nacional y que es canción obligada en todos sus conciertos.

Con el éxito ya ganado, el grupo se nutre de otros dos hermanos Hermosa: Ulises y Elmer (13/11/1960), Toño Canelas, Gastón Guardia (26/5/1959), Guillermo Ponce y Édgar Villarroel (homónimo del fundador). La incorporación de Ulises Hermosa dio lugar a la composición de piezas musicales propias muy importantes en la historia de Los Kjarkas, potenciadas en gran medida con la solemne voz de Elmer Hermosa y los vientos de Gastón Guardia.

Plagios y polémicas en torno al tema “Llorando se fue”
Tras la polémica y un juicio por plagio protagonizado por la agrupación Kaoma en 1989, quien lanzara al mercado el tema Chorando se foi (conocido simplemente como “La lambada” Gonzalo concuerda que hay que internacionalizar su música y propone una formación paralela integrada por Elmer Hermosa, Gastón Guardia, Fernando Torrico y Edwin Castellanos, que se denominó “Pacha” (tierra) se graba en México un disco con parte de los temas más conocidos de ellos, y bajo la dirección musical del argentino Bebu Silvetti una de las composiciones de los Kjarkas más utilizadas por otros artistas para interpretarlas en diversas versiones; en algunos casos protagonizando escándalos y procesos judiciales por plagio. El caso fue ganado por los Kjarkas quienes probaron la autoría del tema y demostraron el plagio de la agrupación Kaoma, recibiendo una indemnización.

Pacha se transforma en un boomerang para Gonzalo. Fernando y Edwin se sienten cómodos con el estilo de Pacha, pero Gonzalo después de un año  decide cerrar el capítulo Pacha y continuar trabajando solamente con Kjarkas. Producto de eso Edwin Castellanos y Fernando Torrico, más tarde abandonan el grupo para formar el dúo  Tupay dejando sus composiciones como; Ritmo negroMi samba mi negraEl picaflor, "Son tantas noches" que después los Kjarkas estarían interpretando. Lo cierto es que Kjarkas después de ese capítulo viajan por todo el mundo, por lo que se deduce que dentro de lo negativo que se vivió al interior del grupo, ese año sirvió apara que sus canciones fueran cantadas y conocidas en todo el mundo

Los nuevos tiempos
Gonzalo deja entrever una preocupación para los admiradores de Kjarkas. Dice que han viajado tanto, que ya resulta difícil estar todo el año en actividad fuera de Bolivia. Cree que el proyecto debería replantearse dentro de unos cinco años, porque los años pesan, según dice. Sin embargo el grupo se ha revitalizado, nombres como su sobrino Gonzalo Hermosa Jr, Lin Angulo joven primera guitarra, Makoto Sishido el japonés que se enamoró de Kjarkas y los siguió desde Japón hasta integrar el grupo tocando instrumentos andinos, más Gastón Guardia, su hermano Elmer hacen pensar que el amor por el grupo es más importante.

Kjarkas y en particular Gonzalo han apadrinado a sus retoños quienes formaron Chilajatun. Cuentan con la primera voz del hijo de Elmer, quien tiene el mismo registro de su padre, Gonzalo Jr. músico de Kjarkas y director de Chilajatun, sobrinos y un iquiqueño Mario Orellana, quien acompaña a los “viejos” y es parte de la savia nueva. Hay recambio por lo que le parece que a lo mejor los jóvenes reemplazarían a sus maestros con el tiempo. Puede ser.

Lo único que le queda claro que tienen un prestigio ganado y que son queridos en todo el mundo, pero también no entiende por qué no han podido llegar al escenario más grande de Chile que es Viña del Mar, cree a que las autoridades no les interesa el folklore, y que conforman un espacio muy chiquitito de la parrilla musical. Espera lograrlo en algún momento.


Hermanos latinoamericanos sin fronteras
Se conversó con Gonzalo de lo que estamos viviendo entre Chile Perú y Bolivia, de los fallos y demandas del tribunal de La Haya. De acuerdo a su parecer los hermanos latinoamericanos debemos saber mirar hacia adelante, porque los atavismos que los hacían dueños del territorio, los cuales por años cercaban deben desaparecer. Dice que somos patrimonio del mundo, pero de un mundo sin fronteras, donde no estemos marcados por un color o número, el aire, el agua, la lluvia, la tierra no tienen propietarios, y que es bueno que nos sentemos a conversar mirándonos simplemente como hermanos.

Cita como ejemplo la frontera mexicana - norteamericana, donde los intereses mezquinos con sus castas sociales dejan la impresión que quieren preservar la esclavitud y los conflictos de razas. No deben existir las cortinas y muros imaginarios, y que nadie debe ser ilegal en ninguna parte, que esas cosas no deben existir, estamos unidos por lazos comunes, como son nuestras costumbres, nuestra gastronomía, nuestra música, como es el caso de Kjarkas y tantos otros grupos chilenos, argentinos,  cuyo contenido no tiene fronteras porque se canta en español, francés, alemán, y en ruso inclusive donde a todos les va muy bien con sus presentaciones.

De acuerdo a su opinión, y por ello se explica el gran éxito de sus presentaciones en el norte de Chile, la música andina es casi la misma de Bolivia, con los mismos instrumentos, o sea se nutren de costumbres ambos países. Plantea que las ciudades y pueblos del Norte de Chile, tienen nombres aymaras o quechuas, como también Perú y el norte de Argentina, por lo que se deberían tener criterios comunes en muchas de las decisiones de los respectivos gobiernos, para el bienestar y armonía de todos quienes pueblan esta parte de América.

Espera que lo que probablemente hoy divide a los pueblos se supere, y que dentro de un corto plazo, podamos mirarnos y darnos un abrazo como los buenos hermanos que somos.

Fue una agradable conversación con el líder de Kjarkas, amable y cariñoso como siempre, la verdad es que cuesta despegarse de quien iba solamente a dar un espacio de 3 minutos.

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