El
equipo es capaz de deshidratar 3.000 kg en 16,2 horas promedio y obtener una
nuez clara de mayor valor, altamente demandada por los mercados de repostería internacionales.
Un innovador secador industrial de nueces,
que promete mejorar sustancialmente la eficiencia del proceso de deshidratado,
fue el principal resultado de un proyecto apoyado por la Fundación para la
Innovación Agraria (FIA) y ejecutado por la empresa chilena Verdani, de
propiedad del ingeniero enólogo e inventor Danilo Daneri.
Presentada hoy en las dependencias de la
Fundación, la iniciativa que nació para determinar un secador capaz de
maximizar el potencial deshidratador de acuerdo al tipo de clima de las
diferentes zonas geográficas de Chile, cumplió su objetivo gracias a la
incorporación de un sistema de reciclaje energético, semejante al de la
industria del vino, además de incorporar tecnología de ajuste y control de
proceso que permite su automatización a variables críticas.
“Lo importante de este proyecto es que
integra al sector productivo que trabaja con tecnología, investigación,
consultores y distintos productores. Es decir, una necesidad específica hace
converger a distintas especialidades para encontrar una solución”, comentó
María José Echegaray, subdirectora de FIA. “Al mismo tiempo, se enmarca en una
estrategia que viene siguiendo FIA desde hace algunos años, la cual busca
apoyar el desarrollo de los frutales para Chile, desde la adaptación de
variedades importadas a la búsqueda de mejores calidades para una óptima
rentabilidad”.
De esta manera, el Secador Verdani se plantea
como una innovación para el proceso de deshidratación o secado de nueces y
otros alimentos, a partir de su sistema semi-continuo automatizado en
contracorriente. Cualidad que se condice con el ahorro energético del proceso,
pese a su alto costo por el uso de gas licuado.
“Aunque el procedimiento nos permite ahorrar
energía, el que ésta sea generada con gas licuado, encarece el costo. Sin
embargo, lo importante es cómo reducimos el tiempo, porque las condiciones
chilenas climáticas son muy buenas para hacer el secado, utilizando la misma
energía para secar varias masas de nueces al mismo tiempo”, explica Roberto
Coppelli, ingeniero en alimentos que trabaja en el proceso de deshidratación de
Verdani.
Según el experto, ello permite también que la
nuez se seque más rápido, formando los poros de deshidratación antes de que
pase por el secado. Así, se consigue un fruto claro que tiene mayor valor en el
mercado, altamente demandado por la repostería internacional.
“Aunque los resultados preliminares han
demostrado que sí tenemos costos superiores (cerca de $50 por kilo el
combustible de gas licuado, mientras que otros como el petróleo están a $28),
este US$0,5 más alto en el mercado es significativamente mayor para los
volúmenes que estamos deshidratando respecto a cualquier costo”, asegura
Coppelli.
Innovación
de alto impacto
El secado de nueces es un proceso vital para
la rentabilidad de esta industria que actualmente atraviesa por un gran
momento. Sin embargo, casi todos los equipos secadores de nueces que se
utilizan en Chile son importados desde el Hemisferio Norte, y los que se
fabrican en Chile son una fiel copia de los extranjeros.
Lo anterior, determina que la industria local
no disponga de máquinas secadoras diseñadas en función del tipo de variedad de
fruta que madura en Chile, ni de las condiciones climáticas que se dan en los
lugares y en las fechas donde se realiza el proceso de deshidratado.
Los diseños de los secadores que actualmente
se utilizan en Chile, provienen de Francia, Italia y Estados Unidos, no
obstante en Chile las condiciones para el secado son superiores en todos los
indicadores respecto a los países señalados.
Desde la invención del secador Verdani, se
han llevado a cabo una serie de etapas para su creación, que incluyen
investigación, diseño, construcción, pruebas y mediciones de los dos equipos
secadores experimentales que se han probado.
En relación a esta última, durante la
temporada de nueces marzo-abril 2015, en la localidad de Duao, Región del
Maule, los equipos secadores Verdani fueron puestos a prueba mostrando
resultados ventajosos en comparación a otros secadores de nueces producidos y/o
comercializados en Chile, reafirmando, entre otras variables, la importancia de
la continuidad en el proceso de secado, considerando la climatología local.
El prototipo Alfa, de 300 kg de capacidad,
secó dicha masa en 15,8 horas promedio, mientras que el prototipo Beta, con
3.000 kg de capacidad, secó dicha masa en 16,2 horas promedio. En ambos casos,
se secan nueces desde una humedad inicial de 45% hasta 8%. Asimismo, durante
las pruebas la calidad del producto obtenido ha sido considerada alta, con lo
que se logra un mejor precio de venta de mercado. Condiciones favorables que
para Daneri, favorecerán la exportación de los productores de nueces.
“Si como productor me interesa sacarle el
mejor precio posible a la nuez, yo no puedo ir a Alemania, Bélgica o a
Dinamarca a vender 5 mil kg, porque no me tomarán en cuenta. Pero si voy con
100 mil o 200 mil kg, me van a considerar. Y si logro convencer y vender cerca
de 1, 2 o 3 millones de kilos de nueces a un valor distinto, en este caso más
caro por la calidad que resulta del fruto al pasarlo por el secado, va a ser
bueno para el productor y para los importadores”, señala Daneri.
A juicio del ingeniero enólogo, tal resultado
permite que el secador Verdani sea rentable en el corto plazo. “De aquí a
cuatro años esperamos vender 600 secadores a un precio de 2 a 3 millones de
pesos cada uno, lo que equivaldría a $200 millones, aproximadamente. En cuanto
a la venta total de secadores, para este año la comercialización alcanzaría las
290 unidades para una producción nacional estimada en 57 millones de kg
de nueces a fines de diciembre”, afirma el emprendedor.
Respecto a la internacionalización de su
invento, Daneri comenta que la máquina ha sido patentada en Chile por INAPI,
sin embargo aún no vislumbra salida al mercado internacional en el corto plazo.
Algo que, según Coppelli, podría concretarse con Argentina, al tener
condiciones geográficas muy similares a las locales, sumado a su crecimiento en
el rubro de la nuez.
#Iquique
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