Edil
presentó contestación a las acusaciones de notable abandono de deberes
interpuestas por Mario Callasaya y
Germán Choque.
Sus alegatos ante el
Tribunal Electoral Regional (TER) presentó el alcalde de Pozo Almonte, José
Fernando Muñoz, en un total de ocho puntos presentados por los concejales Mario
Callasaya (PS) y Germán Choque (RN), que lo acusaban de notable abandono de deberes
y pedían la destitución del edil de su cargo como máxima autoridad comunal.
“Esta contestación la
realizamos, ya que queremos demostrar que existe una gestión transparente, que no tenemos nada que ocultar
en nuestro trabajo, porque todo lo realizamos de buena fe. Existen algunas
situaciones que nos han indicado que tienen alguna falla, la que hemos resuelto
de la manera más inmediata, para continuar con nuestra gestión", dijo
Muñoz al salir de las dependencias del TER.
La respuesta,
patrocinada por el abogado Baltazar Morales Espinoza, expresa en el punto uno
–sobre los funcionarios a contrata que prestan servicio a honorarios en otras reparticiones– que no existe incompatibilidad en “el
ejercicio de las funciones a honorarios, siempre que se efectúen fuera de la
jornada ordinaria de trabajo”.
Respecto del punto
dos, en donde se le acusaba contratar a funcionarios a honorarios que jamás
prestaron servicios, esta acusación
sería falsa, puesto que todos los funcionarios a honorarios debían presentar un
certificado por la ejecución de labores, actividad que era respaldad por el
secretario municipal, a través de su
firma.
Los concejales,
también dijeron que se les obstruía su labor fiscalizadora, pero no existe
ninguna solicitud de información, por parte de los denunciantes, a los
estamentos de la municipalidad, ni por peticiones a ley de transparencia.
Incompatibilidad
hijas de concejala
Otro de los puntos
referidos es la incompatibilidad de ciertos funcionarios de ejercer cargos,
debido a lazos familiares existentes, de los cuales sólo se comprobó que
existía incompatibilidad en el caso de las hijas de la concejala María Isabel
Palma, lo que resultó en la desvinculación de ellas.
Lo anterior, debido a
ambas parientes de la edil trabajaron con antelación (año 2012) en el municipio
de Pozo Almonte, pero en el 2013 se les efectuó un cambio en el contrato y sus
funciones, lo que las dejó como una nueva incorporación, lo que establecía la
inhabilidad para ostentar esos cargos –aún a modo de honorarios-, según lo
establecido en el artículo 54 b) de la ley de bases de la Administración del
Estado.
El alcalde de Pozo
Almonte finalizó, hablando de su irreprochable conducta anterior. “Llevo más de
20 años de servicio público –hoy como alcalde y antes como funcionario público
propiamente tal- y nunca, he sido objeto de medidas disciplinarias, con lo cual mi conducta
funcionaria ha sido y es irreprochable”.
#Iquique
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