La
Universidad del Bío Bío (UBB) acaba de lanzar tres proyectos apoyados por la
Fundación para la Innovación Agraria (FIA), en maqui, arándanos y cerezos, los
cuales se espera tengan un positivo impacto en la agroindustria y en el sector
exportador.
Con grandes expectativas para la industria
agroexportadora nacional, fueron presentados en Chillán tres proyectos en el
área de alimentos correspondientes a la convocatoria FIA 2014 y que están
siendo ejecutados por el Departamento de Ingeniería en Alimentos de la
Universidad del Bío Bío.
Las iniciativas de la UBB, en las que FIA
aportará cerca del 64% del costo total, están orientadas a apoyar procesos de
innovación en frutales y agroindustria, con énfasis en el mejoramiento de los
procesos productivos, calidad de los productos, agregación de valor y
sustentabilidad.
Dos de los proyectos buscan masificar el
consumo de las denominadas “superfrutas”, como el maqui y el arándano, que se
caracterizan por su elevado contenido de antioxidantes, mientras que el tercero
está enfocado a evitar la partidura de cerezas producto de la lluvia en período
de cosecha, situación que provoca serias pérdidas económicas al sector.
En opinión del director general de
Investigación, Desarrollo e Innovación de la UBB, Mario Ramos, “estos proyectos
significan la consolidación del área de la industria de alimentos en la
Universidad del Bío-Bío. Es un rol que venimos cumpliendo hace muchos años y
que tiene como objetivo una fuerte vinculación con la empresa a partir de la
base científica que tienen nuestros investigadores, incorporando a estudiantes
de posgrado”.
Según la jefa de la Unidad de Programas y
Proyectos de FIA, Gabriela Casanova, los proyectos de la UBB son de gran
impacto, porque abordan dos grandes desafíos que hoy tiene nuestra agricultura.
“Uno de ellos es avanzar en procesos de innovación orientados a generar
productos más saludables, y estas iniciativas buscan precisamente desarrollar
alimentos funcionales o nutracéuticos que benefician la salud de la población”.
Por otro lado, agrega Casanova, otro gran
desafío es avanzar en la agricultura sustentable, minimizando los impactos
negativos en el medio ambiente. Así, “uno de estos proyectos apunta a usar los
residuos agroindustriales para proteger cultivos de alto valor que están
expuestos a estrés abiótico”, destacó la profesional de FIA.
Salud,
Sustentabilidad y Mercado
El primero de los proyectos corresponde al
“Desarrollo de un nuevo método para la obtención de concentrado
microencapsulado de antocianinas a partir de maqui (Aristotelia chilensis) para la
obtención de un deshidratado con alto contenido de compuestos funcionales”, a
cargo del Dr. José Miguel Bastías.
Dentro los objetivos de esta iniciativa, se
busca “la caracterización físico química, contenido y actividad antioxidante de
los frutos frescos obtenidos del cultivar domesticado, el desarrollo de un
equipo concentrador de jugo de maqui por congelación, escala laboratorio, y un
estudio de mercado y evaluación económica del concentrado en polvo de maqui
microencapsulado”, expuso Bastías.
Por su parte, el Dr. Ricardo Villalobos
presentó su proyecto “Desarrollo de una nano-emulsión basada en compuestos
naturales extraídos de desechos agroindustriales para prevenir la partidura en
cerezas y mantener su calidad en postcosecha”.
Villalobos explicó que la partidura o
cracking es uno de los factores que incide sustancialmente en la producción,
calidad y comercialización de las cerezas, especialmente en las zonas
centro-sur de Chile. Esto puede provocar un impacto económico enorme a los
productores, ya que “algunas variedades pueden experimentar pérdidas de hasta
un 90% de su producción y también afectar negativamente a la industria
exportadora nacional, ya que las cerezas pierden su valor comercial para el
mercado de exportación en fresco”.
“Nuestro objetivo es lograr una nano-emulsión
que pueda ser utilizada por pequeños, medianos y grandes productores para
reducir en forma efectiva la partidura de cerezas y a su vez, contribuya a
mantener sus atributos de calidad después de la cosecha. Estos resultados
permitirían reducir las pérdidas económicas y así hacer más sustentable y
competitivo a este rubro”, señaló Villalobos.
Finalmente, el Dr. Guillermo Petzold lidera
el proyecto “Obtención de un alimento funcional a partir de arándanos
parcialmente deshidratados (tiernizado), utilizando previamente un tratamiento
con tecnología de ultrasonido como una alternativa de generar valor agregado
para la exportación”.
Para FIA este proyecto es muy relevante, ya
que “apunta a dar respuesta a las crecientes exigencias del consumo mundial de
alimentos saludables, para lo cual la tecnología propuesta pretende generar un
arándano con elevado poder antioxidante, estable microbiológicamente y que se
pueda comercializar durante todo el año”, comentó la ejecutiva de FIA a cargo
del proyecto, Loreto Burgos.
#Iquique
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