lunes, octubre 05, 2015

CONADI conmemora aniversario XXII de Ley Indígena

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Con diferentes actividades la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena conmemora esta fecha importante para los pueblos originarios del país.

Con diferentes actividades La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y el Consejo Nacional de Cultura y las Artes conmemora  el aniversario XXII de la ley Indígena, las actividades tendrán inicio este lunes 05 de octubre, desde las 09:30 a las 13:00 horas, en el Palacio Astoreca ubicado en calle O’Higgins 350, mediante punto de prensa  se recordará esta fecha que dio origen a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, (Conadi). La actividad contará  artísticos reconocimiento a dirigentes indígenas que participaron en la promulgación de esta ley y a dirigentes indígenas destacados, posterior a ello en la Plaza Prat se inaugurará la primera feria de emprendimiento indígena donde beneficiarios de CONADI expondrán sus iniciativas comerciales financiadas mediante  la Unidad de Desarrollo Indígena.

A 22 años de la promulgación de la Ley 19.253 La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena hace un recuento de la que fue, una de las conquistas más importantes para los pueblos originarios y representativos del país. 

Antes de que la ley 19.253 de 1993 reconociera la existencia del pluralismo cultural en el territorio nacional y sentara las bases de la participación indígena en las políticas aplicadas por el Estado a las “etnias descendientes de las agrupaciones humanas precolombinas”, los pueblos autóctonos chilenos eran meros objetos del derecho.

A partir de 1850, frente a la penetración incontrolada de colonos y dado el nuevo interés que despertaron las tierras aún libres al sur del Biobío, el Estado empleó las armas de la conquista territorial y de la apropiación por el fisco de las tierras indígenas. El anti-indigenismo doctrinal se impuso y los descendientes de “los héroes de la guerra de Arauco”, ensalzados durante la independencia, pasaron a ser considerados como un obstáculo a la modernización del país.

Una vez concluida la mal llamada “pacificación de la Araucanía” y asegurada la derrota militar de los Mapuches (1883),  el Estado se aplicó a la radicación de los indígenas. Entre 1884 y 1927, se entregaron títulos de merced a los longko (caciques) y se procedió a la delimitación de reducciones o reservas.

Esta política de radicación conoció un cambio radical a partir del segundo tercio del siglo XX. Se impulsó entonces la división de las comunidades indígenas con el fin de integrar definitivamente a la población indígena en la sociedad nacional chilena. El desarrollo económico, la educación, la capacidad y libertad contractual individual del indígena sobre su hijuela, constituyeron las herramientas de una nueva política que tuviera como meta “civilizar” definitivamente a los indígenas. Fue el inicio de una política que buscara, a través de la desorganización de las estructuras políticas y sociales autóctonas y vía la penetración de la lógica del libre mercado en las comunidades, una “solución definitiva” al problema indígena.

A fines de los años 1970 y a principios de 1980 se crearon numerosas organizaciones indígenas en el norte, centro y sur del país. Aunque su representatividad y arraigo en las comunidades fuesen bastante limitados, los contactos establecidos entre esas organizaciones y el movimiento político de lucha por la recuperación de la democracia hicieron que el tema de los derechos de los pueblos autóctonos se integrara a la plataforma de la Concertación de Partidos por la Democracia. En 1989, se suscribió un Acta de Compromiso entre el candidato de la Concertación Patricio Aylwin y las organizaciones indígenas. En 1990, el nuevo gobierno democrático creó la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI) que tuviera como principal tarea la elaboración de un proyecto de ley indígena. Tras largos y ásperos debates, el proyecto de ley indígena fue aprobado por el parlamento, no sin antes haber introducido en él considerables modificaciones.

El 05 de Octubre de 1993, el Estado chileno dicta la Ley Indígena 19.253, que es el fruto de la incansable lucha de los diferentes pueblos indígenas del país.   La ley Indígena en su art. 1º establece El Estado reconoce como principales etnias indígenas de Chile: Mapuches, Aymaras, Rapa Nui o Pascuense, la de las comunidades Atacameñas, Quechuas y Collas del norte del país.

Este reconocimiento del Estado chileno para con sus Pueblos Originarios, se ve alentado por el demostrado interés de comunidades indígenas en el norte de Chile por constituirse bajo las condiciones que establece la ley 19.253, es así que en la Región de Tarapacá y específicamente en el sector de altiplano, que localidades de antiquísima tradición ancestral, van ingresando a los registros de esta nueva Corporación, ejemplo de lo anterior es Escapiña, Ancuaque, Central Citani, Cotasaya, Enquelga, Chijo, Cancosa, Parca, entre otras; destacándose la Comunidad Indígena Aymara de Escapiña como la primera en constituirse ante CONADI.

En esta labor es importante reconocer el esfuerzo que realizaron comprometidos y destacados dirigentes, por nombrar algunos/as, aunque varios podrán quedar en el tintero; por mencionar algunos: Ignacio Challapa, Eustaquio Challapa, Bernabé Mollo, Epifanio Mamani, Maximiliano Mamani, Máximo Moscoso, Antolín Mamani, María Reyes (Q.E.P.D.), Crescencio Esteban, Severo Challapa, Néstor Challapa, Ítalo Hidalgo, Elías Gómez (Q.E.P.D.), entre muchos otros que llevaron la buena nueva a sus pueblos y se interesaron por incentivar la participación de sus coterráneos en esta nueva e inédita institucionalidad dada por el Estado.

Este panorama se repite a lo largo del  norte de Chile, paulatinamente Comunidades Indígenas se van conformando en la Región de Arica Parinacota, Antofagasta y Atacama, configurando representaciones actuales de Pueblos Originarios Ancestrales como el Aymara quien domina en su población y se presenta en la Región I, II y XV, siendo este territorio el contexto en donde además conviven descendientes quechuas, licanantay, collas y diaguitas, en cuya interacción con la Corporación de Desarrollo Indígena a lo largo de estos años, ha permitido instalar acciones que potencian su presencia en centros urbanos como rurales de estas regiones.
#Iquique

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