En el corazón de la
Patagonia chilena, un inquieto apicultor se propuso agregar valor a la
producción y comercialización de su tradicional producto, y con el apoyo de la
Fundación para la Innovación Agraria logró desarrollar pequeños panales
individuales que permiten disfrutar de la miel completamente “al natural”, sin
ningún tipo de manipulación ni procesamiento, tal como la conciben las abejas.
Desayunar tostadas con miel sacada a
cucharadas directamente desde un panal, o untar el dedo en las mismísimas
celdas colmadas sin riesgo de ser picado por una abeja furibunda. Esto, que
parece un sueño de Winnie the Pooh, hoy es posible gracias a la inventiva de un
apicultor aysenino que se atrevió a innovar en la producción y formato
comercial de su producto.
Buscando agregar valor a la miel producida en
la Región de Aysén, durante el verano de 2011 Sebastián Fritsch comenzó a
desarrollar prototipos de miel en panal, con la idea de llevar al consumidor
toda la calidad y pureza del producto, sin someterla a ningún tipo de proceso.
Emprendedor inquieto, el agrónomo había iniciado un intenso trabajo de
prospección y sabía que en el mercado mundial existía una creciente demanda por
miel en formato gourmet, habiendo pocas empresas embarcadas en este desafío.
Con la ayuda de ProChile y en el marco del
programa “Promoción de Exportaciones”, a fines de 2013 Fritsch viajó a Dubai
(Emiratos Árabes), donde sostuvo reuniones con destacados importadores de
alimentos y productos gourmet, quienes se encandilaron con la propuesta del
chileno. “Uno de ellos se entusiasmó tanto que me dijo: ¡quiero tu producto en
las ceremonias oficiales del Sheikh!”, cuenta el apicultor coyhaiquino.
Sin embargo, el tamaño del formato que había
desarrollado limitaba su comercialización masiva en hoteles, restaurantes,
líneas aéreas, catering, entre otros canales de venta, “entonces algunos
importadores me sugirieron desarrollar un formato más pequeño y económico para
entrar a estos mercados”.
Frente a esta gran oportunidad de negocio, de
regreso en Chile Sebastián Fritsch se volcó de lleno a mejorar el formato. Para
ello consiguió el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y al
cabo de dos años dio con el diseño ideal: un cuadrado de 6,5 x 6,5 centímetros
aproximadamente, elaborado en madera nativa (lenga), en cuyo interior las
abejas construyen el panal, llenan con miel y sellan.
“Este formato asegura que
el producto llegue íntegro y cien por ciento natural al consumidor, quien podrá
disfrutar de 25 a 30 gramos de miel, cantidad promedio usada por una persona
por ejemplo para endulzar el té o untar el pan… un producto único que no existe
en ningún mercado del mundo”, cuenta orgulloso el apicultor aysenino, quien ya
comienza a saborear la internacionalización de su propuesta.
Y es que según lo conversado con los
importadores en los Emiratos Árabes, si Fritsch logra producir dicho formato a
un precio competitivo, ellos le aseguran la compra de toda la producción con
tal de tener la exclusividad del producto.
Demanda
insospechada
El consumo de productos gourmet y alimentos
naturales a nivel mundial ha ido en claro aumento, con un mercado dinámico en
constante búsqueda de propuestas innovadoras. En Chile el 90% de la miel
producida se exporta a otros mercados, donde predomina la miel a granel en
tambores de casi 300 kilos, y en menor cantidad envasada en frascos de 1 kilo y
menos.
Así, la miel en panal aparece como una
alternativa para diversificar los productos de empresas apícolas, “pero su
manejo y elaboración no están exentos de dificultades, lo que lleva a que su
producción sea de baja escala, ya que la mayoría de las colmenas utilizadas a
nivel mundial (Langstroth y Dadant) están diseñadas para producción de miel
extractada del panal”, comenta Sebastián Fritsch.
“Además, los formatos de miel en panal
existentes en el mercado mundial son demasiado grandes (300-450 gr.), lo que
también limita su comercialización y masificación. Por eso, si logramos la
producción masiva de nuestro formato individual y que éste sea económico, de
fácil manejo y de buena calidad, podríamos generar una demanda insospechada por
el producto”, asegura el apicultor.
Según afirma Fritsch, su “minipanal” podría
alcanzar un precio de mercado de alrededor de U$ 0,9, con un contenido de 30
gramos de miel, lo que equivale a poco más de U$ 27/kg, “cifras que para
cualquier apicultor son muy atractivas”, destaca. “El marco de madera de miel
en panal, fue ofrecido a U$ 7,3 puesto en Jebel Ali, puerto de Dubai, lo que
menos costo y flete dejaría al productor alrededor de $15.000 por kilo de miel,
con un menor costo en la cosecha en comparación con la miel extractada”.
Gracias al apoyo técnico-financiero de FIA
(con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional FIC-R),
Fritsch ha logrado desarrollar una colmena adaptada para la producción de miel
en panal, cuyas alzas (donde se acumula la miel) son compatibles con las
colmenas tipo Langstroth y Dadant, permitiendo que la producción se pueda hacer
en forma masiva y, eventualmente, incorporar en el futuro a pequeños
apicultores, “elemento muy relevante para la Fundación a la hora de apoyar una
iniciativa”, comenta el ejecutivo de innovación Juan Carlos Galaz.
“El diseño ideado por Sebastián permite la
producción en panal en distintos formatos además de ser muy cómoda para el
apicultor, pudiendo obtener una producción homogénea lo cual es fundamental ya
que el producto debe ser estandarizado”, agrega Galaz.
Para el director ejecutivo de FIA, Héctor
Echeverría, el proyecto de Fritsch posee la virtud de introducir innovación en
un nicho de mercado poco explorado y donde existen enormes oportunidades,
abriendo el horizonte comercial a decenas o quizás cientos de apicultores. “Sin
duda es una iniciativa tremendamente valiosa, ya que además combina tres
elementos que están en sintonía con las tendencias mundiales del mercado
mundial de alimentos: producto sano y natural, uso de materiales nobles en el
envase (madera de lenga), y origen geográfico con atributos ambientales”.
Como FIA, diversas son las instituciones y
autoridades regionales que han visto en este proyecto una valorización del
territorio patagónico y una oportunidad de desarrollo para los productores locales.
Entre estos, el seremi de Agricultura de Aysén, Horacio Velásquez, ha
desempeñado un papel clave apoyando la inyección de recursos provenientes del
Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, FIC-R.
“Uno de los objetivos principales del Ministerio
de Agricultura es hacer más competitivos los distintos rubros de la agricultura
familiar campesina, y esta iniciativa apunta precisamente a entregar al
consumidor un producto inocuo y de alta calidad logrado a través de métodos
sencillos, demostrando que los pequeños productores también pueden agregarle
valor a sus producciones”, sentencia Velásquez.
De la reunión con los importadores de Dubai
en 2013, surgió una solicitud de al menos 1.000 unidades para mayo de 2014,
como primer embarque. “Realmente se mostraron muy interesados ya que no habían
visto nada parecido”, dice Fritsch. “Encontraron la muestra muy elegante y con
inmensas posibilidades de ser comercializada”.
En Medio Oriente, por religión y tradición
alimenticia, existe una gran demanda por productos apícolas, en especial por
miel (el Corán habla de su origen sagrado). Su consumo es altísimo,
importándose mieles de gran calidad y de muchos orígenes distintos.
Fritsch, conocedor de las ventajas de la
Patagonia chilena para la producción melaria, ha sabido traducir esta
fortaleza en un importante factor comercial a la hora de negociar con los
importadores. “Ellos saben que Aysén posee una condición única en cuanto al origen
floral de su miel, ya que al carecer de árboles melíferos (dominan los
nothofagus que no son melíferos), la miel obtenida en la región es de pradera,
la cual es de gran calidad y muy pocas partes del mundo se puede producir”.
De acuerdo a los cálculos de los importadores
de Emiratos Árabes, el “minipanal” ideado por Sebastián Fritsch, podría tener
una demanda de cientos de miles de unidades, y esto sólo en Medio Oriente.
Hoy, el apicultor coyhaiquino está abocado a
trabajar el diseño corporativo, las etiquetas y afinar los últimos detalles de
los envases de sus productos, además de recabar todos los antecedentes para la
inscripción de los nuevos formatos en el Instituto Nacional de Propiedad
Intelectual (Inapi). Vestida de gala, la miel patagónica se alista para iniciar
su conquista del mundo.
*Fotografía: El apicultor Sebastián Fritsch,
junto al ejecutivo de innovación de FIA y supervisor técnico del proyecto, Juan
Carlos Galaz.
#Iquique
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