Elsa
Echeverria Olivares, Directora Académica
UST
Muchos son los
desafíos a los que deben responder hoy las Instituciones de Educación Superior;
algunos se han instalado desde hace algún tiempo y obedecen a la versatilidad
y dinamismo con que avanzan las demandas
de la sociedad del conocimiento, condiciones que han movido al sistema
educativo a hacer las cosas de forma diferente, como a utilizar estrategias y
técnicas activo-participativa e inclusivas que provoquen un impacto y sentido
de participación y pertenencia dentro del aula.
Por otro lado la
globalización; ésta que permite que no existan límites ni fronteras en el
mundo, lo cual favorece los mercados y economías, pero que también restringe y
comprime cuando la recesión se asoma.
Sin duda, la desaceleración económica de China nos ha afectado como zona
norte y como eje minero, y el aumento del desempleo son noticias diarias y el
cual reporta como consecuencia cifras importantes en migración de familias
completas.
Pero estos son sólo
parte de los retos a los que se ven expuestos las Instituciones de Educación Superior;
para aquellas entidades que entienden el rol para la cual están puestas en la
sociedad, las variables a ocuparse trascienden lo cotidiano y secular, lo
meramente administrativo y también lo académico (lo cual no significa que no
sea importante), pero me refiero, que en cualquiera de las plataformas de una
Institución (Universidad, Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica),
se pueda entregar sentido de satisfacción a los alumnos, ser capaces como
Entidad de proporcionar valor, sentido de pertenencia y una vinculación
alumno-sociedad, es decir, ser más que una Institución que otorgue un título.
Hoy, los futuros estudiantes asignan un gran valor a la búsqueda de la
felicidad, de la paz y de la convivencia con lo que van a estudiar, este no es
un desafío del futuro, es del ahora y es muy
posible que esto último determine la elección de la institución. El futuro profesional querrá transitar por
una institución que le garantice una
formación que tenga como base la autorrealización para ser un real aporte a la
sociedad.
A pocos días de rendir
la PSU (prueba de selección universitaria), y considerando que el 60% de los
jóvenes que egresa de cuarto medio ingresa a la educación superior en los tres
años siguientes (www.miFuturo.cl) y que la deserción es un tema que hay que
atender y según esta misma fuente indica que las principales causas que llevan
a un joven a abandonar su carrera son: problemas vocacionales, la situación
económica de sus familias y el rendimiento académico, ante lo evidente se hace
pertinente, necesario y urgente buscar
orientación antes de hacer la elección. Muchas Instituciones de Educación Superior
han ido incorporando una verdadera cultura de orientación, y para ello han
creado servicios que asumen distintas tareas en este sentido, como acciones que
favorecen el proceso de autoconocimiento que permita estar mejor preparado para
el camino elegido, no sólo en lo académico, sino también en lo social, cultural
y humano.
La invitación es a
informarse, investigar, comparar y orientarse antes de tomar una decisión que
se espera sea parte de un proceso exitoso dentro del proyecto de vida.
#Iquique
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