Claudia Pascual Grau, Ministra del Servicio
Nacional de la Mujer
Las
mujeres somos el 52,7% del país, de ahí que las políticas públicas
que tengan por objetivo fortalecer la autonomía económica de las mujeres,
capacitarlas y mejorar su empleabilidad, no solo sean necesarias y urgentes
porque implican un avance en el respeto a sus derechos, sino que también porque
constituyen una estrategia eficaz para enfrentar las vicisitudes de la
economía.
Así, durante los
últimos 12 meses, casi 71 mil mujeres encontraron un trabajo, en forma
asalariada o a través de un emprendimiento propio.
La Agenda de
Género que impulsa el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet busca hacerse
cargo de este desafío impulsando y fortaleciendo la autonomía económica de las
mujeres a través de políticas públicas concretas y compromisos de carácter
transversal.
En este camino,
esta semana Chile Compra lanzó la Directiva de Compras y Contratación Pública
N° 20, Enfoque de Género en Materia de Compras Públicas, que abordará la brecha
de género en el mercado público, donde las mujeres alcanzan sólo el 36% de
las personas naturales que ofertan y se adjudican solo un 26% de los montos,
según estudio realizado por la institución en el 2014.
Así, a través de
medidas como incluir en licitaciones criterios de evaluación de alto impacto
social, que permitan una mayor equidad de género e inclusión de las mujeres en
el sistema, el Estado se hace cargo de la necesidad de acortar las brechas de
desigualdad entre hombres y mujeres.
Por otro lado,
desde el Sernam, hemos realizado Escuelas de Emprendimiento, generando espacios
para que las mujeres se conozcan, formen redes de trabajo y descubran
potenciales nichos de negocio. Asimismo, el Programa Mujeres Jefas de Hogar en
2014 busca fortalecer sus capacidades con habilitación para el empleo,
formación en derechos laborales y de género de manera de promover mejores
condiciones para el empleo.
Pero a pesar de
que se ha avanzado en la tasa de participación laboral de las mujeres, ésta
continúa siendo baja en comparación con los países de nuestra región. En Chile
la tasa de participación laboral de las mujeres alcanza el 48,1%, en tanto,
según la CEPAL el promedio en América Latina es de 52%
Todo esto,
reafirma la necesidad de avanzar hacia el cambio cultural que nuestro país
necesita para acortar las desigualdades, considerando tanto a hombres y mujeres
desde sus capacidades y aportes a la sociedad, entendiendo que somos
diferentes, pero esta diferencia no puede seguir siendo motivo de inequidad y
discriminación.
El mensaje es
claro. Nuestro país necesita de las mujeres para su crecimiento económico, así
como para seguir avanzando hacia una sociedad igualitaria, que ofrezca
oportunidades equitativas a sus ciudadanas y ciudadanos, independiente de su
lugar de origen, situación socioeconómica, acervo cultural o de si son hombres
o mujeres. Como Gobierno, seguiremos enfocando nuestros esfuerzos para cumplir
estos objetivos.
#Iquique
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