Presidente de la Cámara de Comercio de Iquique, Rafael
Montes.
“La comunidad
iquiqueña ha sido testigo en los días previos a la Navidad, de la proliferación
de los ambulantes que fueron autorizados para ejercer el comercio informal en
la puerta de los negocios establecidos legalmente y que pagan todos sus
impuestos. Situaciones como esta no pueden repetirse”, dijo el presidente de la
Cámara de Comercio de Iquique, Rafael Montes González.
El dirigente gremial
agregó que “Las cosas hay que decirlas por su nombre. No se trata de ser el
‘malo de la película’ ni nada que se le parezca. El otorgar permisos, a diestra
y siniestra, para que mucha gente ejerza el comercio ambulante ilegal genera
una serie de inconvenientes para los propios ciudadanos contribuyentes. Alguien
los autoriza y los organismos encargados deben velar por proteger a los que
desempeñan la actividad comercial cumpliendo con toda la legalidad vigente y
pagando los impuestos correspondientes. Hemos visto como el comercio ilegal
hace de las suyas, en el sector céntrico. Los iquiqueños no podían ni caminar
por las calles preferidas por los ambulantes. También lo vimos en la Costanera
y Playa Brava”.
Montes añadió que la
economía informal es uno de los ingredientes que más daño hace a la sociedad,
puesto que si bien resuelve un problema puntual de una minoría en particular en
el corto plazo, desgraciadamente al no orientarse los esfuerzos hacia una
adecuada formalización de la empresa, la nación queda exenta de poder percibir
las contribuciones económicas de los impuestos que legalmente sí deberían
reportarse.
Esta situación
también afecta al comercio formal al ponerlo en desventaja competitiva por ser
los primeros los que están sujetos a aceptar reglas predeterminadas siendo la
economía informal la que evade esta responsabilidad.
“El problema es
serio, por cada empleo formal dentro de la economía, existen 1.5 empleo
informales, en promedio, es el índice que se conoce. Es así como el comercio
informal afecta a nuestro desarrollo económico debido a que no se encuentra
regulado por la ley, lo cual indica que
existe claramente una evasión fiscal, reduciendo con ello el capital del gobierno
para la construcción y reparación de
infraestructura pública, que irónicamente también es utilizada por todos los
comerciantes, incluso los informales,
para realizar sus actividades laborales, por lo que se reconoce el uso
de infraestructura a la cual ellos no aportaron
para su desarrollo. Por su parte, el comercio formal se ve afectado con
pérdidas de capital por los altos costos y las bajas ventas que presentan,
provocadas por el comercio informal llevando en gran su gran mayoría al cierre
de comercios y empresas formales que sí aportaban recursos al país”, aseveró
Montes.
Finalmente, comentó
que, teniendo conciencia de la existencia del comercio informal, “es de vital
importancia comenzar a pensar en posibles soluciones y reformas que colaboren a
terminar con este tipo de comercio que perjudica seriamente, pero la solución
no debería ser punitiva sino propositiva, impulsando simplemente ese
"brinco" de una economía informal a otra formal, motivando y dando
los elementos que hagan viable lo anterior”, concluyó.
#Iquique
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