Un total de cincuenta
personas han ingresado de enero a julio al Programa Hombres por una vida sin
Violencia, del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, bajo
convenio con la Municipalidad de Alto Hospicio, el cual tiene cobertura en toda
la Región de Tarapacá.
Una atención para mayores de 18 años que han
ejercido violencia contra su pareja o ex cónyuges, los cuales son derivados por
el sistema judicial o por voluntad propia.
La
coordinadora comunal del Centro, María Riquelme Torres, detalló que durante el
año pasado asistieron 67 hombres y al mes de julio fueron 50 ingresos.
“Existen
dos vías para estar dentro del programa, una es cuando son derivados de los
tribunales de Iquique cuando cometen una falta de violencia intrafamiliar y
otra es cuando ingresan de forma voluntaria”.
Sobre
el proceso que inicia el hombre dentro de este dispositivo, Riquelme, precisó
que “se analiza su razón de ingreso, historia de vida, comportamientos
aprendidos, niveles de violencia ejercida y el tipo de agresión que pudo ser
psicológica, física y económica, todo esto se logra en las sesiones de
trabajo”.
Además,
detalló que la dupla de profesionales está compuesta por 1 psicólogo y 1
trabajador sociales. “De esta forma
indagamos para construir un perfil de acción dentro de esta trayectoria de
reeducación, con el sentido de que pueda entender que sus comportamientos y
acciones ejercidas fueron violentas”.
Riquelme
señaló que uno de los obstáculos es que el hombre reconozca sin culpar a la
otra persona de sus actos. “Ellos deben entender que son los únicos
responsables de sus reacciones y aunque varias veces justifican que sus parejas
los provocaron, esto es un error del cual en las sesiones van entendiendo.
Cuando se está en una relación negativa y violenta, cada uno es responsable de
sus actos y si las cosas no fluyen con respeto y diálogo, se tiene la opción de
finalizarla porque eso no es lo que quieren para sus vidas”.
Dentro
de la acción de sensibilización y reconocimiento por parte de la persona, uno
de los factores que indicen son los comportamientos aprendidos en la historia
familiar.
“En
nuestra sociedad se ha definido al hombre como proveedor único, definidor de
reglas en la casa, sin la opción de llorar o mostrarse débil ante las presiones
de la vida, lo cual no les permite expresar lo que sienten a otros para poder
desahogarse. Esto es delicado porque al no tener una vía de escape a sus
frustraciones, puede suceder que se desquitan con la familia o más cercano,
alterando la estabilidad familiar. Todo esos comportamiento o actitudes se han
ido pasando entre generaciones y es lo que nosotros vamos despejando en las
sesiones para que la persona entienda que pueden cambiar su forma de pensar y
ver la vida para su propia felicidad”.
TESTIMONIO
Un
egresado del Centro de Hombres por una vida sin violencia de iniciales, M.R.F,
decidió compartir su testimonio tras cumplir su ciclo. “Este programa me sirvió
para darme cuenta de que hay muchas formas de violencia y uno no se da cuenta.
En mi relación con mi ex pareja, la más duradera de 19 años, yo reaccioné muy
mal muchas veces y de forma agresiva verbalmente sin llegar a los golpes, pero
sí pegándole la pared o pateando una silla. Para mí eso no era violencia y me
justificaba que era una forma de desahogarme, pero en ningún caso me daban ganas
de pegarle a ella o a los niños. Yo jamás tomé cartas en el asunto y luego tuve
que hacer el programa para poder superar la violencia, porque lamentablemente
llegamos a instancias judiciales”.
Tras
conocer esta decisión de tribunales manifestó que “pensaba para qué y no lo
necesito, la responsable es ella o los niños que me hacían enojar, pero no me
daba cuenta de que independiente de lo molesto que pudiera estar, nada
justificaba como yo reaccionaba”.
Agregó
que con esta experiencia “me ayudó bastante a comprender y a conocerme mí
mismo, para identificar los síntomas cuando una conversación se está dirigiendo
a un terreno muy agresivo, pero está en mí seguir dialogando y decidir parar
una conversación cuando no nos está llevando a nada bueno. Hoy vivimos en un
mundo muy agresivo y tienes que tratar de evitar caer en el juego de los demás
y esa es la gracia del programa que te permite darte cuenta de cómo uno está
actuando y reaccionando”.
DIRECCIÓN
El
Centro de Hombres por una vida sin violencia de Sernameg bajo convenio con la
Municipalidad de Alto Hospicio, funciona en Avenida Mártir Detective José
Cubillos Rivera # 3089 – A, sector La Pampa.
#Iquique
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