La
reciente apertura de la sala de ventas “Hebar”, se enmarca en el proyecto de la
Fundación para la Innovación Agraria (FIA) orientado al diseño y desarrollo de productos
con identidad territorial a partir de materias primas de origen ganadero,
ejecutado por la Asociación Indígena Valle de la Luna y financiado con fondos
del Gobierno Regional FIC-R
Con la exhibición de los resultados de sus
nuevos talleres, la Asociación Indígena Valle de la Luna inauguró este viernes
el local “Hebar, artesanía lickanantay”, que le permitirá dar salida comercial
a sus productos desarrollados en el marco de un proyecto apoyado por la
Fundación para la Innovación Agraria, FIA.
La iniciativa, que cuenta con recursos del
Gobierno Regional de Antofagasta, busca apoyar a pequeños emprendedores de San
Pedro de Atacama en el diseño, desarrollo y comercialización de productos con
valor agregado derivados de la ganadería, de alta calidad y representativos de
la identidad territorial.
Artesanías ancestrales en lana de alpaca,
tallado en piedra, talabartería en cuero de auquénidos, cerámica, orfebrería,
cestería y madera, se han valorizado incorporando innovación gracias a esta
iniciativa que además cuenta con la asesoría técnica de la consultora
Biotecnología Agropecuaria, BTA.
Integrada por seis comunidades atacameñas o
lickanantay, la Asociación Indígena Valle de la Luna hoy tiene la
administración exclusiva de esta reserva natural de 5.477 hectáreas. Pero la
agrupación no solo se encarga de conservar este paraje de fama mundial,
procurando que en el lugar se desarrolle un turismo sustentable y respetuoso de
su valor ancestral y patrimonial, sino que además han desarrollado una oferta
de servicios turísticos especiales y comenzaron a diseñar y ejecutar proyectos
orientados a la recuperación de la identidad del valle, a través del rescate y
puesta en valor de sus prácticas y tradiciones.
Tras un trabajo que se inició en 2015
identificando las habilidades de los artesanos y detectando las oportunidades
de innovación, se procedió a la construcción de los talleres y a la
capacitación de los miembros de las comunidades, mientras en paralelo se
desarrolló un trabajo de diseño de imagen y marca, común para todos los
productos, aportando a la identidad local y a la valorización de un trabajo que
rescata técnicas milenarias.
De esta manera, en el marco de esta
iniciativa, además de habilitar unidades productivas se han incorporado
competencias en operarios y artesanos para el diseño y confección de productos
con valor agregado, se han mejorado los diseños y procesos, y se está
implementando un plan de marketing y comercialización integrada de productos
con identidad territorial en el mercado local, regional y nacional.
La recién inaugurada sala de venta “Hebar”,
ubicada a un costado de los talleres, entregará el espacio de exhibición de los
productos, permitiendo conocer el origen de los mismos en los talleres. Este
espacio fue diseñado por profesionales pertenecientes a las comunidades
indígenas —especialistas en artesanía tradicional atacameña— quienes entregaron
su visión de la distribución y estética que deseaban promover.
La ubicación de la sala de venta en el Valle
de la luna entrega una vitrina con gran flujo de turismo nacional e
internacional, siendo los guías de las comunidades los encargados de entregar
la información al interior de este recinto. Es por esta razón que se ha
desarrollado una línea de capacitación dirigida a estos grupos, donde se les
hace partícipe de la información del proyecto, el objetivo de las instalaciones
y las técnicas que se están desarrollando.
Según señala la directora ejecutiva de FIA,
María José Etchegaray, en Chile existe una gran variedad de prácticas artesanales
que poseen gran calidad y una marcada identidad territorial. “Es un patrimonio
que debemos rescatar y valorizar”, sostiene. “Nuestro objetivo es lograr que
las artesanas y artesanos puedan acceder a mercados y a circuitos comerciales
donde esta calidad y valor patrimonial son apreciados”.
Cabe destacar que la Asociación Valle de la
Luna invitó a participar a comunidades indígenas no pertenecientes a la
agrupación, que territorialmente son cercanas y participan del Consejo de
Pueblos Atacameños. Es así como se comenzó a trabajar con 18 de estas
comunidades.
De la misma forma, se incluyó a todas las
comunidades en el proceso de identificación ycreación de una cartera de
proveedores de materia prima de origen animal, siendo
Todo lo anterior ha redundado en la
conformación de una red de artesanos integrada por 55 personas que han
participado de las actividades de capacitación, ya sea en materias técnicas de
confección de productos, como laboratorios de diseño e innovación que buscan
generar valor agregado en las piezas artesanales producidas en el valle.
#FIA
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