En
Primer Conversatorio en Santiago
Con el objetivo de dar el puntapié inicial al
proceso de modernización del Acuerdo de Asociación Chile–Unión Europea (firmado
en 2002), e informar de los nuevos desafíos que esto supone para ambas partes
negociadoras, la jefa de la Delegación de la Unión Europea en Chile, Stella
Zervoudaki, y la Directora General de Relaciones Económicas Internacionales
(Direcon), Paulina Nazal, encabezaron el primer conversatorio entre nuestro
país y el bloque. El evento, realizado en el Hotel Crowne Plaza, reunió a más de
150 asistentes, entre autoridades de gobierno, parlamentarios y organizaciones
de la sociedad civil.
Actualmente, ambas partes están trabajando en
un documento donde abordan los temas que debería contemplar una eventual
actualización y modernización del Acuerdo de Asociación (AA).
“Chile tiene una gran importancia para la
Unión Europea y es un socio natural en América Latina. Compartimos valores
esenciales como la paz, la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Ambos contribuimos al sistema multilateral y trabajamos juntos para cumplir la
agenda de desarrollo sostenible, en la lucha contra el cambio climático y en la
protección de nuestros océanos. Tenemos la misma visión sobre mercados abiertos
y libre comercio como instrumentos poderosos para promover el desarrollo
sostenible y la inversión, crear empleos y fomentar la innovación”, comentó la
Embajadora Stella Zervoudaki.
Mientras que Paulina Nazal, Directora General
de la Direcon, explicó que en la modernización del Acuerdo de Asociación, además
de actualizar las disciplinas existentes, se deberían incorporar nuevas áreas.
“Temas como Energía y desarrollo sustentable,
el aspecto Laboral, Medioambiental, Responsabilidad Social Empresarial, y
Género y Comercio -algo que Chile ya ha trabajado con Uruguay y Canadá, y que
se está viendo con Argentina y con la Alianza del Pacífico- son parte de lo que
debería contemplarse en la modernización del AA”, puntualizó.
Respecto
de los ámbitos tradicionales, también habría espacio para crecer.
“Tenemos el desafío de ampliar el Acuerdo de
Asociación en materia de Servicios, Inversiones y de Bienes. Aunque más del 90%
del comercio bilateral ya está liberalizado, es momento de ampliarlo. Por
ejemplo, en alimentos como los lácteos, cereales, arroz y aceite de oliva –
producto con valor agregado de alta calidad-, por nombrar algunos, hay
potenciales interesantes”, dijo Pablo Urria, director de Asuntos Económicos
Bilaterales de la Direcon.
Chile y la UE han acordado reforzar la
cooperación en turismo, promoción de pequeñas y medianas empresas y
responsabilidad social empresarial. Tienen un importante Acuerdo de Cooperación
Científica y Tecnológica y han concluido el primer acuerdo de reconocimiento
mutuo de productos orgánicos. Además, tienen programas para los jóvenes
estudiantes chilenos, como el programa Erasmus+, que facilita la creación de
vínculos entre las personas a través del intercambio, elementos esenciales para
un mejor entendimiento y un mundo más fuerte. Pero, siguen habiendo desafíos.
“Tenemos un desafío en materia de innovación.
Nosotros aspiramos a pasar de los $450 millones de dólares que exportamos en
bienes y servicios asociados a la minería a exportar 4 mil millones de dólares.
Aspiramos a que en turismo sustentable, un turista gaste el doble de lo que
gasta hoy, de forma de igualarnos a Nueva Zelanda, por ejemplo. Queremos
duplicar nuestras exportaciones de alimentos saludables sobre la base de
agregar innovación. Ésos son los objetivos que tenemos como país y creo que la
complementariedad que podemos lograr con Europa es significativa y el espacio
de colaboración es importante”, dijo Luis Felipe Céspedes.
En el conversatorio, además de las
autoridades mencionadas, participaron el subsecretario de RREE, Edgardo
Riveros; Isabel Allende, Presidente del Comité de Asociación Parlamentario;
Alfredo Moreno, Presidente de la CPC; Vicente Caruz, Presidente de Eurochile;
Ronald Bown, Presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas; Hernán
Calderón, Presidente de CONADECUS; y el subdirector Internacional de ProChile,
Rafael Sabat, entre otros.
Relaciones
económicas y comerciales
Desde la entrada en vigor del pilar comercial
del Acuerdo, en 2003, el comercio bilateral se ha duplicado, alcanzando los €
15,9 mil millones en 2016. La UE es el tercer socio comercial más importante de
Chile, con un 15% del comercio total de bienes.
El comercio entre Chile y la UE es
diversificado y beneficia a una amplia gama de sectores económicos. Desde 2012,
la fruta, el vino y la celulosa constituyen más de la mitad de las
exportaciones chilenas a la UE, superando a los productos de cobre. En sectores
como bebidas, frutas y productos del mar el crecimiento de las importaciones de
la UE desde Chile reporta cifras de dos dígitos. El comercio de servicios es
cada vez más importante. Entre 2004 y 2012, las importaciones de servicios
chilenos por parte de la UE aumentaron un 94%.
La Unión Europea es el mayor inversionista
extranjero en Chile, con 33% del stock. El flujo de inversiones de la UE a
Chile casi duplicó en los primeros 10 años de vigencia del acuerdo. Las
inversiones de la UE en Chile per cápita son mayores que en Brasil, México y
China juntos. Las inversiones europeas aportan know-how, tecnologías y
capacitación técnica que pueden ser útiles en el desarrollo de Chile y la
diversificación de su economía. También son clave en la diversificación
energética y la reducción de emisiones: Chile recibe el 36% de los 58.800
millones de dólares invertidos por la UE en renovables en América Latina.
La UE y Chile también coinciden en la
relevancia de las pymes para la creación de empleo y la innovación. El comercio
lo refleja: el 40% de las empresas chilenas que exportan a la UE son PYMEs.
#Direcon
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