El Ministro de
Cultura, Ernesto Ottone, dio a conocer a las personas y comunidades que este
año han sido distinguidas como Tesoros Humanos Vivos (THV), programa Unesco
ejecutado en Chile por el Consejo de la Cultura. Los reconocidos 2015 son: la artesana textil
Amalia Quilapi, la alfarera Elena Tito, la curadora de semillas Zunilda Lepin; las Artesanas Püll Püll Foki de Alepue, los colchanderos y colchanderas
de Trehuaco, y los tejueleros de ciprés de Las Guaitecas.
La cazuela es una de las especialidades de Zunilda Lepin, mujer mapuche
que a lo largo de su vida ha desarrollado un sostenido trabajo por la soberanía
alimentaria de productos tradicionales, plasmado en su labor como curadora de
semillas y en los platos que ofrece hace siete años en su pequeño restaurant,
ubicado en el tradicional Barrio Tucapel de Temuco, en la Región de la
Araucanía.
Justamente por esa labor ha sido distinguida como uno de los seis nuevos
Tesoros Humanos Vivos de Chile, reconocimiento Unesco que otorga el Estado, a
través del Consejo de la Cultura, a personas y comunidades portadoras de
manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial que son altamente
significativas para el país y las comunidades locales, dando cuenta de la
diversidad cultural e identitaria presente en el país.
El ministro de Cultura, Ernesto Ottone, reconoció que “fue un gran honor
tener la posibilidad de notificar personalmente a cada uno de los nuevos
Tesoros Humanos Vivos del país, y ser testigo de su emoción y alegría al
recibir la noticia. Estas personas y comunidades cultivan, desde los rincones
más diversos de Chile, oficios, saberes y prácticas tradicionales que logran
mantenerse vigentes gracias su persistencia y compromiso”.
El Secretario de Estado destacó que “a través de instancias como este
reconocimiento público que entrega el Consejo de la Cultura, podemos destacar
que detrás de su trabajo y entrega está la historia de nuestro país, de
nuestras familias, de los pueblos originarios y de todo un patrimonio cultural
inmaterial que debemos salvaguardar”.
Además del rubro culinario, en esta séptima convocatoria fueron
distinguidos también por primera vez artesanos del ámbito textil y en fibra
vegetal: la artesana textil Amalia Quilapi y los colchanderos y colchanderas de
Trehuaco, ambos de la Región del Biobío; y las Artesanas Püll Püll Foki de
Alepue, primer Tesoro Humano Vivo de la Región de Los Ríos. Se suman a estas
distinciones la alfarera Elena Tito (Región de Antofagasta) y los tejueleros de
ciprés de Las Guaitecas (Región de Aysén).
Los reconocidos
Zunilda Lepin es defensora de la semilla vernácula, mediante el resguardo, uso,
valoración e intercambio de semillas ancestrales (trafkin) en su comunidad,
manteniéndolas sin alteraciones químicas. A partir de estas prácticas
tradicionales del pueblo mapuche y su propuesta culinaria en “Zuni
Tradiciones”, ha logrado impacto y reconocimiento a nivel local, regional y
nacional.
Elena Tito fue la única reconocida este año en el norte del país. Pertenece a
la comunidad de Río Grande y es cultora de la alfarería ancestral atacameña,
técnica que data del 3.000 a.C. y que se ha heredado a través de las
generaciones, a partir del uso de un tipo de greda propio de su zona, que le da
brillo a piezas utilitarias y ceremoniales para uso ritual.
A 136 kilómetros de Concepción, en la comuna de Cañete, se
encuentra Amalia Quilapi, artesana mapuche reconocida como Tesoro
Humano Vivo por su dominio de la técnica tradicional del trarikan, que consiste
en un tejido a telar de doble urdimbre, que es amarrado con ñocha para dar
diseños iconográficos, y luego sacado del telar para ser teñido por reserva;
conocimientos que ha traspasado a sus hijas.
Las Artesanas Püll Püll Foki de Alepue, comuna de Mariquina,
fueron reconocidas por su destacado trabajo en cestería de fibra blanca de la
enredadera Püll Püll Foki o Voquil Pil Pil, cuya extracción implica un
conocimiento acabado de la ecología de la selva valdiviana y de un tipo
particular de especie vegetal, lo cual le otorga una peculiaridad única a este
conocimiento. Destaca además el trabajo sofisticado en la elaboración de
figuras con estilo propio de ese territorio, muchas de ellas de carácter
utilitario. Actualmente enfrentan riesgos para la extracción de su materia
prima, por reemplazo por especies exóticas.
Cultores de la técnica de colchar, que consiste en la siembra, cosecha y
secado de trigo colorado para el trenzado que forma parte de la elaboración de
cuelcha para chupallas, bolsos, alfombras y otras artesanías, los colchanderos
y colchanderas de Trehuaco fueron reconocidos por desarrollar un
oficio que implica conocimientos y usos de la naturaleza de orden tradicional.
Los Tejueleros de ciprés de Las Guaitecas, de la comuna de Guaitecas, son
constructores de tejuelas de madera de ciprés, elemento propio de las casas de
la isla, que a su vez aporta a la estética arquitectónica de la zona. Su oficio
impregna la identidad de una comunidad que se funda en una estrecha relación
con su entorno natural, reflejada en un uso equilibrado de sus materias primas,
generando una relación respetuosa con el medio ambiente.
Reconocimiento Tesoros Humanos Vivos
A la fecha ya son 38 los Tesoros Humanos Vivos distinguidos a lo largo
del país, incluyendo representantes de todas las regiones, con quienes la
Sección de Patrimonio Cultural Inmaterial del departamento de Patrimonio
Cultural del CNCA implementa acciones de salvaguardia participativas, que
pretenden contribuir a la continuidad de las expresiones patrimoniales que
ellos y ellas han cultivado durante su vida.
Este año, el proceso de selección estuvo a cargo de Comités Expertos
Zonales desarrollados en Iquique, Valparaíso, Chillán y Valdivia, y un Comité
Experto Nacional, todos conformados por personas del ámbito público y privado,
académicos, representantes de la sociedad civil, entre otros.
Este último estuvo integrado por el lingüista Elías Ticona (Universidad
Arturo Prat, Iquique); la artista visual Nury González (Directora del Museo de
Artes Populares Americano), los antropólogos Juan Carlos Skewes (Director
Departamento de Antropología, Universidad Alberto Hurtado) y Pedro Mege
(Director del Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e
Indígenas, Pontificia Universidad Católica de Chile), la etnomusicóloga Lina
Barrientos (Universidad de La Serena) y la pedagoga en Diseño y magíster en
Educación Intercultural Bilingüe, Juana Paillalef (Directora del Museo Mapuche
de Cañete).
#Iquique
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