Con cerca de cinco años funcionando en la ciudad, con una carta que
utiliza productos de primer nivel y preocupados de entregar la mejor atención a
sus clientes, día a día el Restaurante La Mulata busca ser el destino
imperdible para quienes visitan Iquique durante al año.
De propiedad del iquiqueño René Burg
Sepúlveda, la idea nace en el año 2010, pero no fue hasta el 2012 que abre sus
puertas oficialmente frente a Playa Cavancha. Y pese a que en un principio el
local ubicado en avenida Arturo Prat tenía como fin ser un expendio de sushi,
el conocimiento aportado por la familia Burg, ligada a la gastronomía,
contribuyó a darle un giro a la idea principal y transformarla en lo que es
hoy, un restaurante innovador y uno de los más visitados por los comensales
iquiqueños y turistas que llegan a la ciudad.
Con una carta de platos fusiones y
del Perú, para el administrador y propietario de “La Mulata” el proyecto
“Gestores de Innovación”, ejecutado por la Universidad Santo Tomás a través de
los fondos FIC del Gobierno Regional, ha sido una respuesta a la intención de
siempre innovar en el servicio que entregan a diario y como respuesta a la
inquietud desde el momento que implementó su negocio.
“Tenemos como consigna trabajar con
productos frescos y calidad todos los días y así hemos logrado implementar
tragos y platos nuevos, trabajando harto con la percepción y recepción del
cliente”, explica Burg; quien por su apellido puede recordar a más de alguno a
la conocida heladería de calle Manuel Rodríguez: “Paula Burg”.
Y aunque en un inicio la complejidad
de conformar una carta acorde al paladar de los comensales lo hacían
equivocarse, es claro en decir que “erradicamos de la carta los productos que
no había, para siempre tener una lista de platos y frescura en sus
ingredientes”.
Con harto trabajo nos hemos insertado
para pelear con restaurantes que tenían mucho más tiempo en la ciudad. Además,
la gente es mucho más informada que antes, sabe mucho de tragos, de la puesta
de la comida en el plato, lo que es una ayuda porque te exige mucho más”,
indicó.
Para el empresario gastronómico, la
intención y las ganas de ser un restaurante de primer nivel crece día a día,
explicando que “antes de ingresar a este proyecto que administra la
universidad, vi la alternativa del desarrollo que podría generarse a mi
negocio, recibiendo herramientas para que junto a los colaboradores del
restaurante, lográramos innovar en atención, comida y espacio para el
visitante. Gracias a Dios tenemos un gestor que nos proporcionó la universidad,
que además conoce de restaurante y turismo, por lo que día a día nuestros
procesos van mejorando. Desde el ingreso a nuestro local, la atención de los
garzones y la preparación de la comida y sus tiempos”.
UN NUEVO PUNTO
Agradecido del conocimiento y de su
apellido, René Burg cuenta que a fines de este año tendrá un nuevo espacio en
el restaurante.
“Algo que tenemos en la familia es
siempre ir actualizándonos, leyendo y buscando algo que pueda contribuir a
mejorar el local. A fines de año quiero junto a mi hermano traer desde el
pasado los conocidos helados Paula Burg, insertarlos en mi restaurante y para
esto pensamos en adquirir maquinaría que nos puedan facilitar la puesta en
escena; basados en nuestra visión de siempre preocupamos del ambiente, que sea
una buena experiencia, que sea una comida rica, una buena atención y que el
cliente se vaya contento”, explicó.
Asimismo ya tiene en la mira la
expansión de “La Mulata”, donde ve en un futuro cercano un nuevo local en el
Norte Grande.
“El año pasado participamos en un
proyecto de estudio de Corfo para ver la factibilidad de abrir en ciudades
cercanas, por lo que estamos ahí en la espera y de abrir nuestro restaurante en
Antofagasta o Calama, algo que se ve más cercano que lejano”.
#LaMulata
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