Entre
el 12 y 13 de julio diez pequeñas viñas han presentado una nueva oferta de
vinos de estas cepas, producidos principalmente en las regiones del Maule y el
Biobío y que son parte del plan de internacionalización que ProChile está
desarrollando para los productores de esa zona.
Moscatel de Alejandría, Cinsault, Carignan,
Torontel, País y Semillón. Son algunas de las cepas que durante estos días se
dan a conocer en Bogotá, participando de reuniones de negocios, visitas a
cadenas de distribución y degustaciones para importadores, prensa y
especialistas del sector.
Se trata de una delegación de 10 de estas
viñas chilenas que llegan a Bogotá para hacer redescubrir a los colombianos el
valor del patrimonio vitivinícola y promover nuevos sabores, pero que en la
práctica son muy antiguos.
Son viñateros de las regiones del Maule y
Biobío, quienes están realizando un esfuerzo para revalorizar este añoso
producto. Variedades particulares de uvas, sumado a su ubicación geográfica y
su proceso productivo y artesanal, dan como resultados vinos considerados como
patrimoniales.
Estos vinos tienen características muy
variadas. En su generalidad son vinos sencillos y fáciles de beber.
En la actualidad Chile es reconocido
mundialmente por sus vinos icónicos como el cabernet sauvignon, el merlot o el
carménère. Sin embargo, la crítica y el consumidor internacional están
apreciando cada vez más la viticultura de estas dos regiones. Muchos de ellos
han sido alabados por voces importantes como Jancis Robinson, Luis Gutiérrez
(Wine Advocate) y Michael Schachner (Wine Enthusiast).
Participan de esta misión viñas como Erasmo,
Zaranda, Maturana, Bowines, Viña Gillmore, Cavas de Portezuelo, Viña San
Clemente, Viña Bandido Neira, Mora Reyes, y Viña Männle.
La actividad es parte de la primera misión de
Cepas Patrimoniales de 2017, liderada por ProChile con miras a diversificar la
oferta de vino chileno, y enseñar a consumidores de todo el mundo sobre la
riqueza vitivinícola con que cuenta el país.
Este Plan Sectorial de ProChile 2017 se ha
enfocado en sólo dos mercados a nivel mundial, ambos de importancia
estratégica. En Europa el destino designado fue Holanda, en tanto para América
Latina fue precisamente Colombia, debido a que los consumidores se están
abriendo cada vez más a la posibilidad de vivir nuevas experiencias en torno al
vino.
“En ProChile estamos en constante
preocupación por los pequeños productores de nuestros país y por incorporar
nuevos productos a los mercados internacionales. Esta misión, que surgió de un
proceso en el que sommeliers, expertos y enólogos se juntaron para elegir a los
mejores 20 vinos que nos representarán, tanto en Colombia como en Holanda,
viene a apoyar la diversificación y ampliación de nuestra canasta exportadora.
Esperamos que sea muy fructífera, tanto para los productores como para el
país”, señaló Alejandro Buvinic, director de ProChile.
Según cifras de ProChile, el país ha
mantenido su liderazgo como proveedor de vinos para Colombia. En 2016 registró
ventas por US$ 28,3 millones.
En 2016 Chile exportó más de US$ 1.407
millones de vino embotellado y de acuerdo al último informe de la Organización
Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el país se posicionó nuevamente como
el cuarto exportador mundial después de Italia, Francia y España.
#Direcon
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